En un ambiente de camaradería se desarrolló la reunión anual de los amigos del barrio Orellana.

Los amigos y exvecinos del barrio Orellana compartieron anecdotas

Ellos se reunieron para celebrar a Guayaquil por su fiesta de fundación.

Los amigos y exvecinos del barrio Orellana, ubicado en el centro-norte de Guayaquil, celebraron este viernes 26 de julio su reunión anual, para celebrar al Puerto Principal por su aniversario de fundación y recordar anécdotas de su niñez y adolescencia.

Desde hace 25 años se realiza este encuentro gracias a los lazos de amistad que se conservan a pesar del tiempo y la distancia. Muchos de ellos llegan junto a sus familias desde otras provincia del Ecuador, e incluso de otros países como Estados Unidos, España e Italia, para participar de esta reunión de amigos bajo el lema: ‘Hermanos para siempre’.

La reunión se realizó a un costado del obelisco ubicado en Carchi y Manuel Galecio. Allí llegaron cerca de 150 personas, cuyas edades fluctúan entre 60 y 80 años, quienes departieron bocaditos, bebidas y refrescos. También bailaron al ritmo de ‘Guayaquileño madera de guerrero’, y se movieron al son de cumbia, salsa y merengue.

Para Jorge Acuña San Lucas, quien vive hace más de 40 años en Estados Unidos, esta reunión es un momento memorable. “Hace tiempo que no veía a varios de mis amigos de barrio con las que compartí bonitos recuerdos”, manifestó emocionado.

La nostalgia es el principal sentimiento que los atrae a este barrio, dice Guido Caputti, quien radica hace 30 años en el país del norte. “Cuando se vive fuera del país, el sentimiento de añoranza es muy fuerte” confiesa el exvecino que no olvida a su ‘gallada’ , que era la reunión de los chicos del barrio que compartían su tiempo libre entre bromas y juegos.

Roberto Carlier, uno de los organizadores del evento, dijo que sus verdaderos amigos son los de este barrio. “Por cosas de la vida algunos transitan distintos caminos, nos separamos pero la complicidad y el apego siguen intactos y cuando nos vemos con sólo mirarnos nos entendemos”, recalca.

La nostalgia no solo se presenta para quienes viven lejos sino también para aquellos que todavía habitan en el sector.

María Rosa Terán, quien vive hace más de 60 años en el barrio, ha sido testigo de los cambios que ha tenido. “Con el crecimiento de la población estudiantil de la Universidad de Guayaquil y el auge de pequeños locales comerciales, se empezó a perder la tranquilidad del barrio. Ahora es una zona bulliciosa por el paso de los buses. Pese a eso me gusta vivir aquí”, recalca.

El barrio Orellana está ubicado en el centro-norte, entre la Nueve de Octubre y la ciudadela Bolivariana, desde Los Ríos hasta Tungurahua. Fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación, en el 2011, para preservar la belleza arquitectónica de sus casas.