En las inmediaciones de la morgue de Manta, en el rostro de Judith Sivinta se notaba el dolor, la angustia y el desconsuelo. A esta madre le arrebataron a su hijo y le apagaron la luz.

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La mujer esperaba que le entreguen el cuerpo de su vástago Pavel Banegas Sivinta (22 años), quien murió la tarde del martes 13 de junio de 2023 al no resistir a dos disparos que afectaron un pulmón. Todo esto luego de querer defender a dos amigas de un robo en las afueras de la universidad San Gregorio, donde estudiaba el sexto semestre de Odontología.

“Pavel era un niño tan educado, al principio como todo adolescente era travieso, jugaba pelota, pero a raíz que fue creciendo adquirió mucha responsabilidad, era honrado, no era ni borracho, no era malo, solo estaba estudiando y siguiendo sus sueños”, expresó la madre.

Judith dijo que su retoño era muy amable y solidario, esas acciones hicieron que el día que vio a sus amigas en peligro él salga a defenderlas. “No tenían que dispararle, los que roban hagan conciencia, por un simple celular se terminan llevando una vida, Dios tenga misericordia con la persona que nos ha hecho esto”, lamentó.

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Wilfrido Banegas, padre del universitario, lamentó también lo sucedido. Pavel le había prometido que el Día del Padre viajaría hacia Atacames para pasar junto a él. Todo eso quedó en planes y nada será igual.

“Dolidos por esta pérdida, un buen muchacho y buen estudiante. Al inicio quiso ser futbolista, jugó en la sub-18 de Liga de Loja, luego retornó con otras vibras de estudiar y estaba queriendo ser odontólogo. Era obediente, cariñoso con sus padres y hermanos, a nadie se le desea este dolor que siente un padre que pierde a su hijo”, dijo el apesadumbrado padre, quien exhortó a las autoridades que si detienen al culpable que sea castigado con todo el peso de la ley, pues no quisiera que a nadie más le ocurra algo similar.

Después de ser retirado de la morgue, el cuerpo de Pavel llegó hasta las instalaciones de la universidad San Gregorio de Portoviejo. Allí sus compañeros y autoridades prepararon un programa póstumo.

Sus amigos de clase cargaron su féretro en medio de un pasillo de globos blancos. La canción ‘Hoy alzó mi voz’ acompañó ese triste y conmovedor momento. Una capilla ardiente se efectuó en el auditorio de la facultad de Odontología.

Sus compañeros se acercaron al féretro y lloraron desconsolados. Esa era su despedida porque, posteriormente, el cadáver iba a ser llevado hasta el cantón Atacames, Esmeraldas, para las honras fúnebres.

Camila Lozada, compañera de Pavel y quien pasó los últimos minutos con él, dijo que agradecía a Dios por haberle permitido conocer una persona tan maravillosa; asimismo, anhelaban graduarse juntos, sin embargo, no se podrá y eso genera mucho dolor en sus corazones.