María Zumbana, de 81 años, llegó sola hasta el recinto electoral donde sufragó. Iba sostenida de un bastón y el coordinador de mesa en la Junta Receptora del Voto, en la parroquia Pasa, Antonio Villa, le dijo que ella no tenía la obligación.

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María, quien escucha con claridad, contestó que va a votar porque quiere que regresen sus hijos y nietos, quienes han migrado. “Pero este será mi último voto. Ya no lo haré más”, expresó la adulta mayor con una sonrisa.

Así como ella, en la parroquia Pasa muchos adultos mayores acudieron solos a dar el voto. Aducían que se ha quedado al cuidado de las casas, porque sus hijos migraron.

Acudir a las urnas también resultó en momentos de reencuentros para otros en la parroquia más antigua de Ambato. Telmo Toapanta viajó desde Durán (Guayas) durante la madrugada del domingo 20 de agosto para dar su voto en su parroquia natal. Aseguró que no hace el cambio de domicilio porque es un buen pretexto para visitar a sus padres y abuelos.

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De igual manera, Jenny Maiza llegó desde Ventanas (Los Ríos) junto a su hija de tres meses. En Pasa, aprovechó para visitar a sus abuelos, quienes se han quedado solos.

Mientras que en el centro de Ambato, las personas empezaron a llegar a dar su voto desde el mediodía. En horas de la mañana aprovecharon para abrir sus negocios y otros a comprar zapatos o uniformes, en vista de que el inicio de clases es el martes 22.

William Calle, jefe de la Subzona de Policía de Tungurahua, aseguró que no se dieron novedades relacionadas con la seguridad, pero sí se incrementó el número de policías y militares, en especial en los centros donde acudieron los candidatos.