Roberto Aguilar-diario de cuarentena
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CUARENTENA, DÍAS 24 Y 25: Fabricar cosas, ¿a quién se le ocurre?
Vender al Estado sigue siendo un negocio de angelitos. Las mascarillas más carillas y el alcohol gel a precio de oro -
CUARENTENA, DÍAS 22 Y 23: Hoy, el virus me resbala
Un brindis por la sentencia contra la estructura criminal que saqueó este país. El día en que olvidamos la pandemia -
CUARENTENA, DÍA 21 | Regla única: no hay reglas
El encierro no es algo nuevo ni tiene por qué ser el fin del mundo. A la tercera semana de la cuarentena, todo fluye -
CUARENTENA, DÍAS 19 Y 20: Maldito sea el periodista que nos hizo quedar mal
Mojigatería criolla: los buenos modales importan más que la verdad. Fernando del Rincón, de CNN, fue llevado a la picota por hacer su trabajo: preguntar -
CUARENTENA, DÍA 18: Hoy me traen una boya a domicilio
Hay pequeños lugares que hacen de una ciudad un mejor lugar para vivir. Hoy extrañé profundamente a uno de ellos -
CUARENTENA, DÍA 17: El miedo no cambia de cara
Prácticamente todos los grandes pensadores de nuestro tiempo han hablado. Y no aportan una luz en este túnel -
CUARENTENA, DÍA 16: ¿Es tan difícil callar lo que se ignora?
La contención es una virtud cardinal en esta crisis, la única que nos puede librar de la necrofagia que domina las redes -
CUARENTENA, DÍA 15: Prohibido escupir sobre las palanquetas
Alimentos a domicilio: la solución ideal en tiempos de paranoia. Si esto dura, nos podríamos acostumbrar a ellos -
CUARENTENA, DÍA 14: Historia de dos ciudades
El estallido regionalista en media crisis humanitaria es la nueva vergüenza colectiva que cargamos los ecuatorianos -
CUARENTENA, DÍAS 12 Y 13: Un periodista no da sermones
Dicen que el coronavirus lo cambiará todo. ¿También el periodismo? Hay cosas que debemos mantener a toda costa