ENTREVISTA a Santiago Viscaíno. Es un poeta, narrador, ensayista y máster en Gestión del patrimonio literario de la Universidad de Málaga. Fue director del Centro de publicaciones de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) durante una década. Renunció hace varias semanas.

 El contexto

El editor Santiago Vizcaíno se despedía del Centro de Publicaciones de la Universidad Católica al momento de responder a esta entrevista. En ese cargo posicionó la Feria del Libro de esa institución y sobrepasó el récord de medio centenar de títulos editados por año. Ha renunciado debido al recorte en el presupuesto.

La oficina del Centro de Publicaciones de la PUCE es una suerte de librería en que se puede hallar títulos académicos, pero también de ensayo, poesía y narrativa. Allí, Santiago Vizcaíno recuerda que en el país es un pendiente el trabajar en proyectos editoriales que son patrimonio. En Colombia, el Instituto Caro y Cuervo o las Universidades Javeriana y de los Andes se encargan de esa labor. En Ecuador “se podría hacer una edición crítica de La Emancipada (Miguel Riofrío, 1863), ya que salió por entregas y recién en los años 70 del siglo pasado se publicó una primera edición”, comenta. Pero hay cosas más urgentes que hacer desde la academia.

- La PUCE está entre las tres universidades privadas que más libros ofrecen al país (el catálogo pasa los 200 títulos), ¿eso genera rentabilidad?

- Ninguna editorial de este tipo tiene un afán de lucro, como tampoco lo tiene ninguna universidad. Su objetivo principal es la difusión del conocimiento, mas no la retribución que se pueda obtener de la venta de los ejemplares. (Lea además: "La Feria del Libro se estrena en la virtualidad")

- ¿Las publicaciones cumplen un requisito en la evaluación?

- El modelo lo establece el CACES (Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior): los docentes tienen que publicar un número de obras, cada tres años al menos, tanto de capítulos de libros como de libros completos.

- ¿Cómo se distribuyen esos libros?

- Al menos un 40 % del tiraje va a difusión y donaciones a instituciones, bibliotecas públicas y privadas por medio de canjes. No solo están destinados a la venta, hay una gran cantidad de manuales, guías, libros institucionales que generan otro gasto. Y están las colecciones literarias.

- ¿Cuáles fueron los recortes y qué efectos tuvieron?

- El recorte ha sido de unos 50 mil dólares este año. Gastamos entre $ 100 mil y 150 mil en producción de libros y las publicaciones o revistas científicas para las cuales las universidades siempre asignan un presupuesto a investigación. Eso es lo que queda. El efecto es que hay tirajes más cortos. Hemos aumentado la cantidad en versiones digitales, PDF e eBook. Pero nuestros títulos están en más de 700 tiendas a nivel del mundo, a través de varias plataformas de distribución además de una tienda virtual propia.

- ¿Cuánto de lo invertido se recupera hoy y cuál es la expectativa?

Ingresamos a la universidad un 20 o 30 % de esa inversión por medio de ventas físicas y digitales. La expectativa es que el proyecto editorial y otros sean autosustentables, pero eso es reducir a la posibilidad de que las ventas sean el único mecanismo para sostenernos. Significaría trabajar con un promedio de 20 o 30 mil dólares por año. Con ese presupuesto sería prácticamente imposible sostener el proyecto editorial de cualquier universidad en América Latina. Hemos alcanzado tal prestigio que muchos investigadores prefieren publicar en la PUCE que en cualquier otra universidad. Somos una editorial que trabaja con tres personas. Sin embargo, producimos cuatro títulos por mes, el resto lo hacemos a través de servicios profesionales que nos permiten atender otros servicios.

- ¿Cómo se financió la Feria del Libro de la PUCE?

- También vio mermados sus fondos en el último año. Recibimos de la universidad 3.000 dólares para la Feria, lo solventamos con colaboración del sector privado por medio del cobro de estands. Se llegó a unos 5.000 dólares en total. También editamos a los Premios Aurelio Espinosa Pólit, que organiza la Facultad de Comunicación, Lingüística y Literatura con sus propios recursos. Hasta noviembre, el premio (siete autores de cuentos sobre interculturalidad) va a ser publicado, no sé lo que vaya a pasar en los próximos años.

- ¿Qué pasa con el convenio de la PUCE y la Secretaría de Cultura (la inversión de la anterior Alcaldía fue de 1’200.000 dólares para este año), incluye fomento editorial?

- No se nos ha informado de ese convenio, pero se entiende que si es de gestión cultural debería haber recursos para la producción de libros.

NdR. A través del Convenio para el fortalecimiento de la Red metropolitana de cultura “no se interviene con la industria editorial”, señaló su Gerente, David Hernández Montesinos, descartando que se vayan a imprimir libros. EXPRESO consultó además al Rectorado de la PUCE sobre el presupuesto para publicaciones y la continuidad en la edición de colecciones literarias para 2024. Hasta el cierre de esta edición, no hubo respuesta de las autoridades universitarias.

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