Quito presenta su primer Atlas de Quebradas: 13 ya tienen su hoja de vida
Quito ya cuenta con el primer Atlas de Quebradas de la ciudad.
Durante décadas, las quebradas de Quito han sido consideradas espacios marginales. Han servido como botaderos de basura, depósitos de escombros e incluso han sido rellenadas. Pocos saben de ellas, su nombre y su valor ecológico, social y cultural.
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En un esfuerzo conjunto entre el colectivo Luchando por las Quebradas, la Fundación Quebradas Vivas y la Universidad Central del Ecuador se propone cambiar esa visión con el primer Atlas de Quebradas de la ciudad.
Estefanía Pabón, vocera del colectivo, señala que el libro recoge información detallada de 13 quebradas. Fue elaborado tras más de un año de trabajo de campo, investigación comunitaria y colaboración académica.
“Es como una hoja de vida para cada quebrada”, explica Pabón. Agrega que ses importante identificar a cada una, de lo contrario, "¿cómo se puede recuperar algo que no conocemos?”, cuestiona.
1.800 quebradas indentificadas en Quito
Según datos del Municipio, en Quito existen alrededor de 1.800 quebradas identificadas. Su papel es vital en múltiples aspectos: regulan el flujo hídrico, purifican el aire, moderan eventos climáticos extremos, controlan la erosión, además de ser hábitats para especies de flora y fauna.
Pese a ello, muchas están en riesgo. “En La Carretas, por ejemplo, detectamos 98 predios con riesgos vinculados a la cercanía de viviendas. Esta información está ya registrada en el atlas, que se convierte en una herramienta esencial para las autoridades y la comunidad”, dice Pabón.
Ciencia y comunidad, caminando juntas
El proyecto nació de un convenio con la Universidad Central, involucrando a profesores y a estudiantes en salidas de campo. La visita a cada quebrada les tomaba entre dos y tres horas, con grupos de 20 personas recorriéndolas a pie, entrevistando a vecinos, midiendo y observando. Pabón destaca el aporte de la comunidad, quienes conocen el territorio.
El atlas no se limita a la descripción geográfica o ecológica. Cada ficha incluye un diagnóstico y datos sobre flora, fauna, demografía, elementos socioculturales y amenazas identificadas.
Recuperación comunitaria de las quebradas
El Atlas es solo el comienzo, dice Pabón. El colectivo trabaja ya en una segunda fase: la formulación de propuestas de recuperación comunitaria para estas quebradas. Paralelamente, desarrollan un programa llamado Huaico Vivo, que invita a recorrer las quebradas de la ciudad como parte de un “tour consciente”, entregando a los visitantes la hoja de vida de cada quebrada, con sus atributos y problemáticas.
Además, se está planteando la creación de un Observatorio de Quebradas, empezando por el sector de Carretas, en el sector de Carapungo.
Aunque este atlas incluye 13 de las 100 con las que se ha involucrado el colectivo, principalmente las asociadas a las cuenca del río Monjas, el objetivo a largo plazo es documentarlas todas.
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