Salir a la puerta de la casa y ver que el agua cae a borbotones, porque alguien se llevó el medidor de agua, es una escena que para los quiteños se vuelve cada vez más cercana.

Le sucedió a Miguel Tirado, no una, sino dos veces. Vive en la avenida Napo, sur de Quito, hace aproximadamente un año se encontró con la tubería rota. “Fue en la noche, con todos durmiendo difícil escuchar algo”, comentó.

Tenía puesta una reja en la pared, pero se la llevaron. Entonces decidió que con el próximo medidor doblaría la seguridad. “Dejé un hueco en la pared con la medida justa para que se lea el consumo”, relató.

Tampoco sirvió porque a los 15 días de que la Empresa de Agua Potable (Epmaps) repusiera el aparato, se lo robaron. Los malhechores rompieron la pared. “El segundo robo fue hace cinco meses por lo que todavía no nos ponen otro”, agregó.

Es que la demanda es alta, pues en lo que va de este año se han robado 6.451 medidores, según Daniel Quimbaila, jefe de conexiones domiciliarias de Epmaps. Sandra Molina pasó una mañana de angustia hace poco más de un mes. Ella salía a dejar a su pequeño a la escuela cuando vio que el agua se desperdiciaba. “Intenté parar el chorro, no sabía ni cómo”, dijo.

Llamó al ECU-911 y le dijeron que el problema era de Epmaps. “Eso lo tenía claro, pero el robo de un medidor también es un delito y lo quería reportar”, aseveró.

Finalmente llegó un policía, quien solo constató lo sucedido. Luego tuvo que pedir autorización a la entidad para llamar a un plomero para reconectar el agua.

Quimbaila comentó que los afectados deben reportar enseguida sobre el robo, porque reconectar sin autorización también puede conllevar una multa. “El robo de medidores se da porque son vendidos por el cobre que tienen en su interior”, acotó el funcionario.

La reposición de estos aparatos tiene un costo de 35 dólares, rubro que debe ser asumido por el usuario. “Cabe recordar que estos no tienen validez en otras casas. Todos están codificados”, insistió Quimbaila.

La demanda es alta, por lo que los usuarios deben esperar meses por la reposición. Hasta tanto deben pagar el promedio de las últimas seis planillas.

En julio y septiembre ya se registraron hecho similares. Los delincuentes aprovechan la madrugada para sustraer el equipo. Cámaras de seguridad han captado como los ladrones forzan las seguridades e incluso colocan tapones para evitar que el agua se desperdicie.