En la Casa de la Cultura más mil manifestantes se concentraron tras la firma del acuerdo de paz con el Gobierno Nacional. A este lugar llegó la dirigencia indígena que fue recibida con ovación, pese a que muchos comuneros, inicialmente, no recibieron con agrado el acuerdo conseguido.

Uno a uno los dirigentes de diversas organizaciones se dirigieron a los presentes para agradecer por los 18 días de resistencia en la capital. También se agradeció a los quiteños de barrios del norte y sur de la ciudad por la hospitalidad.

Todo fue algarabío. La dirigencia de la Conaie, Fenocin y Feine, llamaron a sus bases a estar pendientes del cumplimiento de los acuerdos obtenidos, caso contrario “no tendremos otra alternativa que volver a manifestarnos”, dijo uno de ellos.

Reconocieron que, aunque el Gobierno aceptó sus pedidos parcialmente, se sienten que han vuelto a ganar la lucha “en favor de todos los ecuatorianos”. Leonidas Iza en su intervención explicó que no se vendió al Gobierno, tras aceptar la reducción de 15 centavos a los combustibles. “Compañeros ustedes miraron que el primer dia de paro a las 12 de la noche fui detenido, fui secuestrado. ¿Ustedes piensan que en esas condiciones un dirigente puede venderse? No se puede vender, compañeros”, sostuvo.

Pidió a sus bases se organicen “para salir juntos a sus comunidades” tanto los que vinieron del sur como del norte del país. De hecho, cerca de las 17:00 ya varios grupos comenzaron a organizarse para salir de Quito. En varios vehículos como volquetas y camiones se comenzó a apreciar como varios manifestantes se subían. En uno de ellos un hombre dijo que se dirigían a Salcedo.