Después de 12 años de larga espera, por fin el metro de Quito cuenta con una operadora internacional que se encargará de su funcionamiento.

Las empresas Metro de Medellín y Transdev de Francia estarán a cargo de este megaproyecto de transporte urbano sostenible, durante seis años.

Así lo anunció ayer en la mañana el alcalde de la capital, Santiago Guarderas, en un evento especial llevado a cabo en la parada San Francisco, centro de la urbe.

“Doce empresas internacionales mostraron interés. Todas con amplia experiencia en el manejo de trenes a nivel mundial, pero solo dos enviaron la propuesta. Después de 23 días de análisis, por fin conocemos a la entidad que hará posible que este proyecto tan esperado por los capitalinos entre en marcha”, manifestó.

En agosto de este año, la firma del contrato entre las partes se concretará. Desde entonces, los trabajos de capacitación, reclutamiento de personal y demás tareas de las que se responsabilizará la empresa adjudicada se realizaran a contra reloj. Esto en vista del ofrecimiento del burgomaestre, quien reiteró que en diciembre rodará por primera vez el metro en Quito.

“No podría indicar una fecha, pero esperamos que esto sea posible en las primeras semanas. Es necesario aclarar que la entidad no será propietaria de la obra, sino que simplemente operará los trenes y colaborará con la transferencia de conocimiento, experiencia y tecnología”.

¿Pero por qué se optó por esta entidad y no por la de Sao Paulo, que era la otra oferente?

Efraín Bastidas, gerente de la empresa Metro de Quito, aclaró que en la selección primó la experiencia de una sobre otra. Es así que se consideró que el metro de Medellín lleva funcionando más de cuatro décadas en Colombia, mientras que la empresa francesa opera en 18 países europeos. Ambos han desarrollado modelos exitosos, aclararon las autoridades.

También se dijo que el sistema de transporte será integrado. En los posteriores días se realizará una reasignación de rutas urbanas para que conecten con el metro y permitan el desplazamiento de más de 140 mil personas diarias, de norte a sur, a lo largo de 22,6 kilómetros considerados.

Esta obra es una de las más caras de Quito. El costo de inversión es de dos mil dos millones de dólares. Recursos que fueron financiados por el Banco Mundial, Banco de Desarrollo de América Latina, Banco Interamericano de Desarrollo y Banco Europeo de Inversiones.

Hoy, cinco meses antes de la tan anunciada inauguración, las autoridades confirmaron que el avance de la obra civil está en un 99,4% y los 16 trenes funcionan al 100 %. Los reajustes inmobiliarios y de fachada también están en la última fase.

Acerca del costo del pasaje, este será de 45 centavos para un tramo y 60 centavos por tarifa integrada con Trolebús y Ecovía.

La recaudación de fondos será mediante tarjeta magnética con tecnología ‘contact less’. Podrán ser recargadas en cualquier estación y otros puntos externos que con antelación serán anunciados por el Cabildo, o también mediante transferencia bancaria.

Hace un mes, el concejal Bernardo Abad propuso la gratuidad de este servicio, al menos durante los dos primeros meses, para socializar el uso, sistema y funcionamiento de esta obra. Al respecto, Guarderas señaló que todavía no existe una decisión, pero continúan analizando la viabilidad y el posible impacto económico que representaría para la ciudad.

En agosto se abrirán 600 vacantes para trabajar en diferentes áreas de esta gigantesca obra. Desde conductores, guardias de seguridad, personal de limpieza, recaudadores y técnicos operarios serán llamados a concurso.

La convocatoria será anunciada por las redes oficiales de la entidad. La modalidad de postulación aún no se define.