La Feria del Libro de Quito, en veremos
Tras las críticas, el evento dejará el centro de la urbe y se realizará en octubre. Cambiar el modelo de gestión dependerá de la nueva Alcaldía
El incremento en el monto de producción del mayor evento para lectores en Quito apenas sirvió para mejorarlo.
La Feria Internacional del Libro de Quito (FILQ) en 2021 tuvo un presupuesto de $ 150 mil; mientras que el año pasado recibió $ 528 mil. Las críticas arreciaron y hasta hubo cambio de funcionarios.
La situación de la FILQ se discutió entre el 26 y 28 de enero, en el marco de la Asamblea del Libro. De forma presencial participaron 100 involucrados en la producción editorial de los sectores independiente y público.
Para el 15 de febrero, Verónica Mosquera asumió el cargo de coordinadora metropolitana de Bibliotecas.
Juan Martín Cueva, actual secretario de Cultura del Municipio, confirmó el pasado 15 de marzo que ese día una reunión virtual sirvió para consolidar la propuesta de cambios en la próxima FILQ. Y también fue su primer encuentro con Zadkiel Cárdenas, delegado para la gestión de las artes por el alcalde electo, Pabel Muñoz.
La transición no ha incluido anuncio de los perfiles de autoridades culturales en el Municipio. Pero Cueva y Mosquera han sugerido ya que la Feria se realice a fines de octubre, en el Centro de Convenciones Bicentenario, al norte de la ciudad.
El documento que recogerá las conclusiones de la Asamblea coincide con estos puntos, para facilitar el acceso a expositores y lectores a un lugar que no esté ubicado en el Centro Histórico y que no se vuelva a dar en medio de las festividades de diciembre.
Otro modelo de gestión
A lo largo de 15 ediciones anuales, una constante en la FILQ ha sido las premuras para organizarla. Los invitados y la programación suelen definirse un par de meses antes de cada feria. Eso dificulta su difusión y hasta impide que ciertos autores sean incluidos.
La FILQ 2023 contaría con $ 350 mil, según anuncio de Cueva, aunque el presupuesto podría variar si así lo decide la nueva administración. Pero la planificación puede preparar el camino hasta el 14 de mayo, cuando Muñoz posesione a su equipo.
En su oficina del Centro Cultural Metropolitano, Mosquera coincide en que mientras sea una institución pública la encargada de organizar la FILQ, “habrá que seguir una normativa de contratación pública”. Y ese requisito limita muchos aspectos.
El escritor y editor Santiago Vizcaíno -que fue curador de la FILQ en 2020 y 2021- dice que “lo idóneo sería que estos organismos estatales auspicien la FILQ al menos cuatro años. Y que esos recursos sean manejados por una fundación, red de editoriales o de librerías que la pueda sostener”.
Un modelo de gestión que se acerque a lo que ha sucedido con la Feria Internacional del Libro de Guayaquil. Ahí Expoplaza organiza el evento con un importante apoyo del Municipio. Así generan parte del presupuesto anual, incluso con la venta de entradas. Y el equipo curador se ha mantenido.
La falla, explica Vizcaíno, es que al estar en manos públicas la feria quiteña no logró ser autosustentable como son eventos similares en ciudades como Bogotá, Buenos Aires o Guadalajara.
Crear una fundación del libro y la lectura sería una de las propuestas de la Asamblea del Libro, que entregará un documento a la Secretaría antes de la reunión convocada para el 13 de abril.
lo idóneo sería que estos organismos estatales auspicien la FILQ al menos cuatro años. Y que esos recursos sean manejados por una fundación, red de editoriales o de librerías que la pueda sostener”.
La ausencia de políticas
Los ecuatorianos leen un libro completo al año en promedio. Y no terminan de leer otros dos libros en ese lapso. Así lo reveló la Encuesta de hábitos lectores, prácticas y consumos culturales en junio de 2022.
El Ministerio de Cultura y Patrimonio (MCyP) fue el encargado de difundir esas cifras y ha influido en la actual crisis del libro en el país: entre 2008 y 2020 la FILQ estuvo a su cargo. Pero su actual administración apenas ha trabajado en lineamientos de política pública para promoción lectora.
El Plan del Libro y la Lectura está inactivo desde que el proyecto concluyó en diciembre de 2021. Eso ha postergado temas pendientes como el de la Seguridad Social para escritores. Tampoco hay políticas claras de derechos de autor ni Sistema Nacional de Bibliotecas en Ecuador, insiste Vizcaíno.
(No se pierda: Cerca de 100 escritores participarán de la Feria Internacional del Libro Quito 2022)
El presupuesto para que vuelva a arrancar el Plan sería de $ 200 mil, anunció la ministra de Cultura, María Elena Machuca, el año pasado. Pero la Subsecretaría de Emprendimientos, Artes e Innovación de esa cartera de Estado no ha dado más detalles al respecto.
“El Ministerio nos ha indicado que está elaborando la política pública y los tiempos de ejecución de la misma para el plan del libro y la lectura”, indicó a EXPRESO Jorge Carrillo, director ejecutivo del Instituto de Fomento a la Creatividad e Innovación (IFCI) que, por mandato legal, debe ejecutar el plan.
Una de estas estrategias descritas en los lineamientos del MCyP consiste en trabajar sobre “contenidos de lectura que respondan a los intereses de la población estudiantil”. Pero la competencia para atender a este sector es del Ministerio de Educación.
“La gestión de siete bibliotecas en Quito tendrá un presupuesto de $ 355 mil este año. El fondo bibliográfico también es limitado: $ 23.000, una parte se ejecutará desde junio”, explicó Mosquera, de la Coordinación de Bibliotecas.
Las expectativas se concentran en establecer diálogos con la Alcaldía electa. “Queremos acordar que no se reinicien procesos durante la transición municipal. Respetaremos los espacios de participación y plantearemos metodologías para la política pública”, concluyó Cárdenas, delegado del alcalde electo.
- Plan del Libro. Su ausencia ha postergado la Seguridad Social para escritores; tampoco hay políticas claras de derechos de autor ni Sistema Nacional de Bibliotecas en Ecuador.
