La mesa de dibujo de Sixto Durán Ballén, la maqueta del edificio ‘La Licuadora’ con el que Diego Ponce asentó su diseño; estos son algunos de los objetos de los ‘padres’ de la arquitectura moderna que se exhiben en el Museo Archivo de Arquitectura.

El espacio, ideado por el Colegio de Arquitectos de Pichincha, surgió en 1993 y se consolidó dos años después cuando la Alcaldía de la época le otorgó al gremio una casa patrimonial en el pintoresco barrio de San Marcos, en el centro de Quito.

Bernarda Ycaza, directora del lugar, explica que además de contar con una muestra permanente de los pioneros de esta rama, el espacio también es custodio de una de las bibliotecas y hemerotecas arquitectónicas más grandes de la región.

“Tenemos una relación muy estrecha con las facultades de Arquitectura del país. Los estudiantes vienen a hacer recorridos o pasantías, vienen investigadores, diseñadores y hasta artistas”, dijo.

Pero además de ser un espacio dedicado al aprendizaje, este también se ha convertido en sede de encarnecidos debates cuyo fin es la preservación de la arquitectura moderna en la capital. La lucha es continua, pues numerosos edificios y viviendas no están contemplados en el catálogo patrimonial del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), por lo que pueden ser demolidos o alterados. Este es el caso del hotel Quito, que en las últimas semanas ha vuelto al ojo del huracán.

“Creemos en la puesta en valor de la arquitectura moderna. Hemos tomado acciones, planteado conversatorios y debates cuando sentimos que el patrimonio está en riesgo. Sentimos que es nuestro deber generar diálogo”, comentó.

En una de las salas superiores del espacio, se encuentra un mapa territorial de Quito con imágenes de los edificios más emblemáticos, construidos entre 1950 y 1985. Entre ellos están íconos como Ciespal y la extinta Caja del Seguro. Cada año, Ycaza revisa la lista y coloca un punto rojo junto a los que ya fueron demolidos.

Con el fin concientizar sobre la importancia del patrimonio arquitectónico, el museo también ha abierto actividades semanales para niños y jóvenes como ‘Arquinautas’ y ‘Sueño ChiQuito’. En marzo el espacio llevará a cabo una renovación, que concluirá con la inauguración de una muestra permanente novedosa que contará con la historia de las pioneras de la arquitectura en el Ecuador.

• Las pioneras que permanecieron ocultas

La intervención del museo, que concluye a inicios de abril, coincide con una renovación de la muestra. Y es que, a la lista de pioneros de la arquitectura moderna, se sumarán las pioneras que durante décadas permanecieron ocultas de la historia arquitectónica. Así lo explica Verónica Rosero, docente de arquitectura en la Universidad Central del Ecuador y de la UDLA, quien indica que a través de un extenso estudio, se logró recuperar el legado de estas mujeres.

“Empezamos a trabajar en 2018, en una alianza entre docentes de la Universidad Central del Ecuador y la Universidad Internacional SEK para dar la necesaria visibilización a las mujeres que aportaron a la arquitectura en sus diversas ramas”, explicó.

Y si bien en esta extensa lista constan arquitectas como Ethel Arias, que realizó la reconstrucción del Palacio de Gobierno, y Guadalupe Ibarra, que edificó 220 viviendas y 13 conjuntos habitacionales, la gran mayoría de ellas eran académicas.

“Una gran cantidad de pioneras estaban vinculadas a la teoría, la docencia, la historia y el urbanismo. Eran sobre todo pensadoras”, explicó Rosero.

Entre las mencionadas están Evelia Peralta, que realizó las guías de arquitectura de Quito, las docentes Marcela Blacio y Ana Solano de la Sala y la experta en patrimonio Dora Arízaga.

Las colaboraciones de estas especialistas se sumarán al recorrido en la sala principal del museo.