Personal de las Secretarías de Ambiente, Seguridad y Cuerpo de Bomberos, junto al Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, inspeccionaron el Río Monjas tras la alerta por fuertes olores en los sectores de Llano Grande y Pomasqui.

Se realizaron sobrevuelos con drones para determinar la causa del posible impacto ambiental. En un informe preliminar se  determinó que no había presencia de gases y, se efectuó el análisis de los contenidos de los alcantarillados (lugares de los que emanan los olores) con especialistas de la Empresa Pública de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps).

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También, se recogieron muestras de agua del río para su análisis en laboratorio, los resultados estarán listos a partir de la siguiente semana.

La Secretaría de Salud  desplegó dos equipos de salud comunitaria, para la búsqueda de casos de atención prioritaria. Mientras que,  personal del equipo de vigilancia de la Unidad de Bienestar Animal verificaron la afectación a perros y gatos.

Se entregaron mascarillas a la población expuesta (100 unidades). La vigilancia de afectaciones a la salud se realiza de forma articulada con el Ministerio de Salud Pública.

La Secretaría de Ambiente levantó información de las empresas e industrias que tienen permisos ambientales en la zona, en donde se realiza control y seguimiento ambiental previo a descargas o emisiones, posterior a ello se realizará un cruce de información con la red del alcantarillado del Distrito Metropolitano.

Durante los recorridos realizados este 26 y 27 de marzo, en los sectores de Pomasqui y Llano Grande se inspeccionaron más de 10 puntos de estas zonas.

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