Con 17 puntos de carga, Quito lidera en el país el cambio hacia la movilidad sostenible. La existencia de electrolineras en la capital viabiliza el que la ciudadanía pueda pasar de utilizar un vehículo con motor a combustión, a uno eléctrico, pues mientras más puntos de carga existan, se contribuirá a disminuir el factor de autonomía limitada de los autos que funcionan con electricidad.

En los estacionamientos de ciertos sectores y en algunos centros comerciales ya se han instalado electrolineras; de igual forma, empresas de transporte de pasajeros ya estudian la adquisición de unidades para contar con una flota eléctrica. Sin embargo, es imprescindible que el marco legal que regula estas actividades no tenga contradicciones que puedan convertirse en obstáculos que traben los nacientes emprendimientos. Está en manos de la Asamblea y del Gobierno central que así sea. Las iniciativas empresariales y ciudadanas que ayuden a la sostenibilidad y preservación del ambiente deben recibir todo el apoyo de las autoridades locales y nacionales para que se concreten y abran el camino hacia futuras implementaciones que permitan a todos los ecuatorianos utilizar cada vez más energías renovables. Con las leyes adecuadas, será más fácil que el ejemplo de Quito se repliquen en todo el país.