El sector productivo del país, como motor esencial para el despunte del crecimiento económico, requiere de la urgente intervención de la banca pública a través de la entrega de líneas de créditos de bajo interés y a largo plazo.La Corporación Financiera Nacional, que debe en corto tiempo terminar su proceso de fusión con BanEcuador, está en la obligación de atender las necesidades de los pequeños y medianos negocios que, tras el paro indígena de 18 días, enfrentan acuciantes dificultades económicas que podrían llevarlos a la quiebra y, con ello, aumentar los ya altos índices de desempleo y subempleo en el Ecuador.

Lo que está en juego no solo es la productividad sino la subsistencia. No basta con anunciar el otorgamiento de créditos productivos para los sectores de manufactura, agricultura, construcción, pesca, turismo, sino que estos se otorguen en condiciones que permitan una recuperación inmediata.

La CFN tiene que actuar con celeridad y eficiencia, y asimismo, responder por los millonarios créditos sin respaldo que entregó en el pasado. Esos recursos bien podrían servir hoy para financiar el futuro productivo. Que se den a conocer los nombres de los morosos y que sean legalmente obligados a devolver el dinero, que es de todos los ecuatorianos.