Gobernante civil, poeta-político

¿Por qué esa sociedad escogió un poeta para gobernarla como una comunidad libre, independiente y autonómica?
Eso fue Olmedo. La transformación sociopolítica de independencia de la sociedad guayaquileña tuvo la ruta final victoriosa en 1820-1822. Inició su proyección socioeconómica y geopolítica porque sus fuerzas y actores sociales pusieron lo que se requería: recursos materiales, humanos, productivos, económicos y estratégicos. Sin ellos era imposible. Ese hecho abrió un proceso histórico de futuro donde caudillos y jefes militares querían gobernar Guayaquil. Pero grandes propietarios, comerciantes cacaoteros y los sectores subalternos crearon un gobierno civil que debía proteger y defender: libertad, independencia, autonomía y ruptura colonial. Fue la hora de Olmedo. Mucho se ha dicho y escrito del largo proceso de transformación ideológica-política del prócer (1812-1819). Hay poemas que hablan de su fidelismo. Esto es indiscutible. También su evolución y cambio ideológico: discurso de la abolición de las mitas (1812), rol en la comisión de redacción de la constitución de Cádiz (1814) hasta 1819. No fue el único. Hubo otros como: Bolívar, San Martín, La Mar, Nariño, Miranda, Andrés Bello, y nobles quiteños como Juan Salinas, Carlos Montúfar, etc. Después estuvieron en la ruptura histórica. También Guayaquil rompió con el ‘ethos’ y ‘habitus’ colonial. Cambiaron por la razón ilustrada y moderna. Así fue el primer gobernante civil de la Provincia Libre de Guayaquil.
¿Por qué esa sociedad escogió un poeta para gobernarla como una comunidad libre, independiente y autonómica? La Provincia de Guayaquil, líderes y dirigentes necesitaban terminar con el despotismo ilustrado que impedía el desarrollo autónomo de la agroeconomía mercantil y de su comercio en expansión. Para esto era fundamental la instauración de una sociedad libre, independiente y autonómica. Especialmente en la implementación del libre comercio. Eso hicieron y heredamos. Era y es la lección de hace 202 años.
Además, en ese momento histórico, Olmedo era el líder y ciudadano con los atributos jurídicos y políticos que la sociedad guayaquileña necesitaba. Este hecho y proceso histórico creó la doble ruptura: de Guayaquil con el coloniaje y la transformación de Olmedo del ámbito privado y literario a la escena pública de la política. Comprender esto es fundamental.