José De la Gasca: ¿El dueño del circo?

Además, él sabe que cuando salga de allí, terminará preso. De ahí la necesidad de poner en marcha un plan que lo perpetúe al menos por seis años más
Con Wilman Terán a la cabeza del órgano que gobierna la Función Judicial, el show de la justicia nunca acaba. Con la reciente jugada que hizo, por la que ilegalmente el ‘Consejito’ de la Judicatura extendió el periodo de varios jueces nacionales, el tinglado de fondo va quedando más que claro.
Nos hemos distraído pensando que a Walter Macías lo querían fuera de la Corte Nacional de Justicia (CNJ) por los casos polémicos que llevaba. Pero no, aquello no fue sino la moneda de cambio para algo más grande: seguir gobernando la justicia por más tiempo.
En papeles, a Terán no le queda mucho tiempo en su cargo. Esto porque según el mandato de la Corte Constitucional, su delegación “expira” junto con el periodo de los demás vocales del Consejo de la Judicatura (CJ). Podríamos pensar que -por fin- sus días están contados y que el tiempo sería el verdugo implacable de una gestión tan opaca como una conciencia sucia y lo pintoresco de un carnaval de ridiculeces.
Pero Terán quiere más. Las mieles del poder que ostenta no pueden ser tan efímeras. Además, él sabe que cuando salga de allí, terminará preso. De ahí la necesidad de poner en marcha un plan que lo perpetúe al menos por seis años más.
Y esto empieza por tomarse el Pleno de la CNJ. Lo digo así, sin rodeos: Terán armó el concurso de jueces nacionales para “llenar” las vacantes que faltan. Así aspira a conseguir siete jueces ‘propios’. Con eso se granjea votos suficientes que, sumados a los de los magistrados a los que les hizo el gratísimo favor de extenderles sus periodos (por 9 años) logra tener los doce votos que consolidan la mayoría del Pleno.
Ya con Pleno ‘propio’, Terán estará ‘ready’ para dar el coletazo final: postular a uno (o una) de sus aliados más cercanos para la presidencia de la CNJ.
Y ya con presidente ‘propio’, pues harán uso de aquella desaguisada tesis de la dizque “potestad” del presidente de la CNJ para designar delegado para el CJ.
Y ya con todo eso -adivinen- a quién pondrán en esa terna…
¿Y a quién creen que designará el CPCCS?
Conste que lo advierto.