Iñigo Balda: ¿‘Brennt’ París?

París ardió tras el triunfo del PSG: disturbios, saqueos y violencia opacaron una victoria histórica en la Champions
Después del éxito del desembarco de Normandía y con victorias acuñándose por todo el norte de Francia, el objetivo era claro: liberar París. Adolf Hitler, viendo cómo se acercaba el final de la ocupación de la que era la joya de la corona de su nuevo Reich, dio la orden de quemar París. Si no era de él, que no sea de nadie.
El general a cargo de París, Von Choltitz, después de la intervención de un diplomático sueco, decidió no detonar los explosivos ni quemar la ciudad. Unas horas antes de que terminase la evacuación total de las tropas alemanas de la ciudad, el ‘Führer’ llamó al general Von Choltitz a hacerle solo una pregunta “¿Brennt Paris?” (¿Arde París?”), a lo que el general respondió negativamente ante la cólera de Hitler. Pero lo que Adolf ordenó, y no se cumplió, sí que se hizo este sábado y domingo pasados dentro de las ‘celebraciones’ del triunfo del París Saint-Germain (PSG) de la Liga de Campeones.
El sábado pasado fue una verdadera fiesta por que el PSG, finalmente, después de 3.000M de euros en inversión en fichajes, alcanzaba a igualar en títulos europeos a su mayor rival, el Olympique de Marsella. Cualquiera que haya cogido un periódico el domingo sabe que la celebración no fue tal.
A partir del segundo gol del PSG el caos reinó en las calles de la capital gala. Quema de contenedores, coches, ataques a gendarmes y bomberos intentando controlar la situación y todo tipo de actos vandálicos se pudieron presenciar. Más de 600 detenidos, más de 300 heridos, dos muertos, miles de millones en destrucción de mobiliario urbano, carros personales, ventanales de negocios, aparte de lo saqueado por los ‘hinchas’ es lo que solo el sábado dejó como recuerdo de la victoria del PSG.
La imagen de esa victoria en los medios franceses era de grandeza deportiva, las de los medios extranjeros y las de París y de Francia para la gran mayoría son las de los destrozos ocurridos, de bengalas siendo lanzadas a conductores que veían como la Peripherique era invadida por hordas de salvajes, la de dos chicas atrapadas en su coche viendo como zarandeaban su vehículo. Miedo. Destrucción. Saqueos. Heridos. Muertos. ¡Felicidades al PSG!
Cualquiera diría que después de unas celebraciones devastadoras el sábado, tanto el PSG, la Alcaldía de París y el Gobierno central habrían decidido cancelar las celebraciones, pero, al contrario, las mantuvieron y les dieron un poco más de pompa de lo que tenían inicialmente previsto. Oficialmente el PSG lo único que ha expresado al respecto es lo dicho por su presidente, el extenista Nasser Al Khelaifi: que lo ocurrido el sábado “no es deporte” e hizo un llamamiento a la calma.
Francia tiene un gran problema en sus manos. Mientras muchos dirán que estas hordas salvajes son inmigrantes y no tienen cabida en la sociedad francesa, resulta que en verdad la gran mayoría son franceses, criados en los ‘banlieues’, por lo que son producto de una Francia que no es capaz de enseñar cívica a sus propios ciudadanos, un problema creciente en Europa.
El fuego que quería Hitler para París no se logró, pero en la noche del sábado 31 de mayo de y madrugada del domingo 1 de junio de 2025 consiguió su objetivo, no de la misma manera ni alcance previstos, pero París ardió.