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Claudia Tobar: La gamificación no es un juego

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La velocidad acelerada de la inteligencia artificial permite que la interacción en los juegos sea cada vez más realista

Jugar es un acto asociado a la niñez, que además es el lenguaje más natural que tiene el cerebro para aprender. Jugar es la herramienta que nos ayuda como seres humanos a desarrollar el habla, reglas sociales de comportamiento, destrezas blandas y todo tipo de inteligencia. El juego está presente en todas las culturas, mostrando que es una necesidad innata para interactuar con nuestra mente y con otros a través de la imaginación.

La industria de los videojuegos hoy se calcula que está en 13,26 billones de dólares y se estima que para el 2028 llegará a 57,28 billones de dólares. Rápidamente el comercio se dio cuenta del poder de la gamificación, y el comercio digital está incorporando cada vez más estrategias de juego para incentivar el enganche de los usuarios en distintas plataformas.

La gamificación también se usa en entornos virtuales para el aprendizaje; simuladores con fines de juego son la plataforma perfecta para que estudiantes practiquen todo tipo de destrezas, desde motoras hasta cognitivas.

Se dice que para cambiar un hábito o aprender algo nuevo se necesitan 400 repeticiones, pero al jugar necesitamos solamente de 20 a 30 repeticiones.

Resulta que hoy en día los juegos no son solo para niños. El 38 % de los jugadores tienen entre 18 y 34 años, y el 16 % tiene más de 55 años (Builtin, 2023).

En los próximos años vamos a ver que la gamificación estará más presente con realidad virtual y realidad aumentada. Esto permitirá una conexión y socialización más globalizada, en donde podremos compartir espacios, trabajos, e incluso relaciones con personas que nunca hemos conocido.

La velocidad acelerada de la inteligencia artificial permite que la interacción en los juegos sea cada vez más realista.

Una vez más nos queda la pregunta: ¿la innovación te asusta o te emociona? ¿Estamos listos para enfrentar estas nuevas realidades, estamos alfabetizándonos en los riesgos?