Jeannine Cruz | Inés Jiménez: patriota olvidada

Loja no solo ha aportado belleza intelectual, sino también sangre valiente, como la de Inés María Jiménez
En el sur del Ecuador, donde los Andes se funden con el alma lojana, se encuentra una tierra destacada por su cultura, pensamiento y libertad. Loja fue una de las primeras jurisdicciones del país en declarar su independencia el 18 de noviembre de 1820. La provincia ha mantenido una identidad luchadora y profundamente patriótica; sus ciudadanos han contribuido en el arte, la política y ciencia, como Benjamín Carrión, padre de la Casa de la Cultura; Miguel Riofrío, autor de la primera novela ecuatoriana (La emancipada); músicos como Salvador Bustamante Celi; y visionarias como Matilde Hidalgo (primera mujer en votar en Ecuador).
Loja no solo ha aportado belleza intelectual, sino también sangre valiente, como la de Inés María Jiménez, cuyo nombre, aunque poco difundido, forma parte esencial de la gesta libertaria del país.
En plena agitación independentista, tres mujeres, entre ellas una lojana, Inés María Jiménez, Gertrudis Esparza y Rosa María Robalino, se disfrazaron de hombres con los nombres de Manuel Jiménez, Manuel Esparza y Manuel Jurado, se alistaron como soldados y se presentaron ante el general Antonio José de Sucre, decididas a luchar por la libertad de su tierra
El 24 de Mayo de 1822, en las faldas del volcán Pichincha, Rosa María Robalino fue herida y, al ser atendida, se descubrió su verdadera identidad. Lejos de ser castigadas, el general Sucre las ascendió a sargento con admiración y respeto por amor a la causa. Jiménez y Esparza continuaron combatiendo sin revelar su identidad.
La lojana Inés Jiménez fue más que un soldado, ella representa el coraje y valentía que sigue vivo en cada rincón de Loja, en cada madre y padre que cría en el silencio del olvido, en cada joven que sueña con oportunidades lejos de su tierra, en cada agricultor que lucha sin apoyo.
A pesar de su rica historia y contribuciones, el centralismo la ha invisibilizado. Esperamos la voluntad política desde el Gobierno Nacional para saldar la deuda histórica con la provincia de Loja. Que la historia no solo la aplauda, que también la repare.