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Machismo y silencio

Avatar del Catrina Tala

Lo que no está bien es que discursos misóginos como el de Bacigalupo sigan siendo aceptados.

Ya resulta ofensivo leer a exlegisladores o representantes de la política del Ecuador siendo machistas. Lo trágico es que no sorprenda, y lo vergonzoso es que se olvide.

A estas alturas ningún ser humano debería tener la audacia de poner a las mujeres como ciudadanas de segunda clase. Si algún estúpido lo hace o sigue haciéndolo debería recibir el repudio de todos.

Esta semana, el protagonista de otro capítulo más de ‘machismo al por mayor’ fue Dalton Bacigalupo, exasambleísta de la Izquierda Democrática, quien -no sabemos si por ignorancia o idiotez desmedida- habló sobre la paridad de género. Dijo que “no había muchas mujeres a las que les interese la política”, porque estaban atendiendo sus “otras labores”, refiriéndose a los quehaceres del hogar. Una sarta de palabras sin fundamentos que solo demuestra la falta de empatía y el machismo enraizado que se respira en la política de este país. Como político de izquierda democrática debería tener la igualdad como una de sus banderas.

¿Acaso existen más hombres que mujeres interesados en la política? No creo que sea así, simplemente han sido espacios en donde las mujeres han sido bloqueadas. Espacios que los hombres han gobernado como les ha dado la gana, sin ser puestos en la mira como las mujeres. Para eso buscamos la paridad de género, que no es otra cosa que el principio que se utiliza para garantizar la igualdad entre hombres y mujeres en el acceso a puestos de representación política. Es un criterio estipulado en la ley para asegurar la participación igualitaria en la definición de candidaturas.

Es entendible que cuando las mujeres llegamos a ocupar espacios que siempre han sido dominados por hombres, moleste, incomode, frustre e incluso llegue a desesperar a algunos. Es parte del proceso y es lo que suele pasar cuando todavía quedan dinosaurios en la sociedad. Lo que no está bien es que discursos misóginos como el de Bacigalupo sigan siendo aceptados. Recuerden que el silencio también comunica. Cuando estén en campaña no digan que condenan el machismo si aceptan que miembros del mismo partido que apoyan piensen como trogloditas.