Vuelve la mula al trigo
¿Cómo es posible que estos negocios, mal ubicados, cuenten con permiso o autorización de Uso de Suelo, cuando es evidente el efecto nocivo que causan?
Qué poco duró para los moradores la tranquilidad. A escasos días de que el Municipio clausuró bares que expenden bebidas alcohólicas y alimentos que se toman los espacios públicos, se abrieron con solo cancelar una multa. Están ubicados en Garzocentro, calle Eloy Velásquez Cevallos. Con esta decisión, nuevamente los residentes son víctimas del ruido y de tener que soportar que carretillas manchen las calles con la grasa que derraman los alimentos que ahí preparan, atentando contra normas elementales de higiene. Por falta de esta proliferan roedores y moscas. No comprendemos por qué la alcaldesa no exige informes apegados a derecho a los departamentos de Uso de suelo, Justicia y Vigilancia, y Medio Ambiente, para aplicar adecuadamente las ordenanzas municipales. Esta presunta omisión estaría permitiendo que negocios que no son aptos para funcionar en zonas residenciales, impidan la convivencia pacífica de los moradores. ¿Cómo es posible que estos negocios, mal ubicados, cuenten con permiso o autorización de Uso de Suelo, cuando es evidente el efecto nocivo que causan? Ojalá la alcaldesa, dejando la comodidad de su despacho, personalmente visite unas cuantas noches ese lugar maloliente, con ruidos ensordecedores provenientes de los equipos de sonido, calles completamente sucias, que ponen en peligro la salud de los habitantes.
Víctor Terán