Un golpe certero a la ignorancia
La tarea de la educación es del gobierno y gobiernos seccionales; deben encontrar la manera de contribuir, para eso se los elige.
La entrada en vigor de la Ley de Comunicación, modificada para hacerla racional, respecto a las pretensiones de un grupo de asambleístas de crear una ley que sirviera de tapaboca a la población en general es un golpe duro y bajo a la ignorancia. Es ignorante quien se cree dueño de la verdad, y más el que pretende que un aparato estatal tenga la potestad de imponer una verdad. La ignorancia es un mal que ha crecido extraordinariamente gracias a la mediocridad de muchos profesores, agrupados en un movimiento político que vive del dogmatismo extremo y no impone a los maestros la altura que deben tener. Tenemos demostraciones de ignorancia en casi todo los niveles; el peor de todos: la Asamblea, donde impera la mayoría del voto, sin tener en cuenta los intereses de país. Apoyar la imposición como ley del autoritarismo sobre el pensamiento y la opinión es de bárbaros, solo visto en agrupaciones sociales o políticas conformadas por personas del más bajo nivel educativo. Falta que se den muchos más golpes a la ignorancia, que se mejore el nivel cultural y educativo de gran cantidad de maestros; que la educación se reparta de manera equitativa disminuirá la delincuencia y el crimen organizado. La tarea de la educación es del gobierno y gobiernos seccionales; deben encontrar la manera de contribuir, para eso se los elige.
José M. Jalil Haas