Falso contrapeso político
El Sr. Lasso debe acogerse al mandato constitucional, solo así podría terminar su periodo en un ambiente de respeto
La Constitución de 2008 fue redactada para que el poder que la aprobó siga detentando influencia. Rige y todos debemos tomarla en cuenta. Pero sus contradicciones y trampas son tan visibles que es mejor usarla que verla como referente, como lo hace sobre todo el oportunismo de la clase política. En los deberes y obligaciones del presidente consta uno que está por sobre lo demás: cumplir y hacer cumplir la Constitución; las demás normas se supeditan a esta obligación. La Corte Constitucional (CC) aplica el tercer inciso del art. 148 para rechazar el decreto de zonas francas, esencial para el progreso económico. Esto equivale a violar la Constitución; eso ha hecho la CC. Otro deleznable aspecto: la demora en despachar los decretos presidenciales al decir que no son urgentes. ¿Qué más urgencia hay si se le termina el periodo al Sr. Lasso? Otro: la CC es responsable de la crisis desatada por dos aspectos: hubo una resolución de archivo de la petición de juicio político de la Asamblea, y se redactó otra aceptando este pedido, pese a la abundancia de argumentos sobre mala redacción y puesta de indicios como si fueran prueba plena en la acusación al Sr. Lasso. Se lo hizo presurosamente, aumentándose la sospecha de parcialización. El Sr. Lasso debe enviar los decretos rápidamente al Registro Oficial, por su obligación de hacer cumplir la Constitución. Se busca tres patas al gato, por ello se asegura que a la CC no le importa el país. El Sr. Lasso debe acogerse al mandato constitucional, solo así podría terminar su periodo en un ambiente de respeto.
Francisco Bayancela González