¿Quién elige a los que gobiernan?

En un estado libre, el voto ciudadano es la piedra angular donde reposan los cimientos de la democracia; el exponente máximo de la expresión de un pueblo. Cuando los humanos vivíamos en pequeñas tribus era sencillo escoger a la persona idónea para liderar ya que todos se conocían personalmente. En la época moderna fue por medio de la propaganda: quienes intentaban obtener el favor de los votantes trataban de crear una imagen favorable, aun a sabiendas de que no iban a poder cumplir lo que prometían. Muchos ingenuos, pensábamos que esto era lo peor. Pero llegando a la actualidad se ha presentado un nuevo tipo de artimaña que quienes ostentan el poder han empezado a utilizar: la de obviar lo que desean los ciudadanos y escoger dignatarios a dedo. Esto se empezó a fraguar cuando empezaron a existir los partidos. Los caudillos dueños de las diferentes tiendas electorales nunca se han preocupado realmente en reclutar a las personas más idóneas; siempre han puesto la mirada en los más sumisos. Además, no contentos con el hecho de utilizar la antes mencionada propaganda, los partidos se han enfocado en buscar cualquier recoveco legal para eliminar a sus competidores ya que ahora la voluntad popular les tiene sin cuidado. Por esto nuestro país va a empezar a llenarse de políticos de cartón, que por temor a las urnas prefieren pactar y elegirse entre ellos, destruyendo la oportunidad del pueblo de conocer las diferentes vertientes ideológicas que muestren otras alternativas para resolver problemas económicos y sociales. La única alternativa a este mal es que los ciudadanos se autoeduquen para reflexionar y elegir a los mejores, pese a que los partidos se esfuercen por ocultarlos. Los medios de comunicación cumplen un rol fundamental: portaestandartes de la libertad de expresión, brindando la oportunidad de que todas las alternativas sean escuchadas y de que los votantes sean realmente quienes elijan a los gobernantes.

Francisco Andrés Ramírez Parrales