Hasta la Corte Constitucional...

Es la decisión que debe tomar el señor Lasso para hacer respetar el mandato de sus cuatro años de gobernante.

Los signos de desorden en la vida política nacional han estallado. El síntoma de este desorden proviene del caos absoluto, como fue en la mitología griega con el dios Kaos.

El señor Lasso fue elegido para un periodo de cuatro años, no más. Desde ahí debe partir el análisis del fenómeno por el que las hordas opositoras, adueñadas del populismo, demuestran su desesperación por terminar con el mandato del señor Lasso.

Las personas que tienen deuda con la justicia en realidad no tienen ningún derecho moral para hacer lo que están haciendo.

Asimismo, quienes coadyuvan a la soldadesca opositora en el fondo mismo lo que están demostrando es que son meras comparsas en el drama y farsa que se está desarrollando.

Esto es lo que cabe en la vieja afirmación de ir contra corriente para pescar a río revuelto, solo que ahora la corriente aparenta serles favorable y los peces que se dejan atrapar son los que están distraídos y han perdido su agilidad para escapar.

El caos que se quiere ‘inaugurar’ serviría para ‘reordenar’ las cosas, sobre todo las instituciones principales que pueden tomar decisiones para el destino del país. Todo indica que aquellas personas que quieren manejar la red para atrapar incautos no tienen otra meta en sus vidas que la ambición llevada a la exasperación para que los demás se hundan en el hartazgo.

En este campo, la Corte Constitucional ha abandonado conscientemente su papel de juzgador imparcial y pretende dar la razón a ambos, para no ser escenario de las amenazas e intentos por victimizar a sus jueces.

La Corte Constitucional pasa a ser el pez más fácil de pescar.

Hay una lucecilla al final del túnel. Es la decisión que debe tomar el señor Lasso para hacer respetar el mandato de sus cuatro años de gobernante.

Dr. Francisco

Bayancela González