Cleptocracia judicial

La Cleptocracia prolifera en nuestro sistema judicial degradado y caótico, que repele a los honestos, talentosos y académicos de convicción, abriendo paso a los peores ciudadanos o a los menos preparados. Mientras Ecuador se enerva opinando sobre posturas ideológicas sin sentido, los ladrones e ineptos se están tomando cada día más el aparato judicial; tenemos ladrones e incompetentes en el poder Judicial. La criminalidad de algunos líderes políticos y sus esbirros judiciales ha alcanzado niveles dignos de tiranía, con palpables consecuencias de la ineptitud de algunos jueces, fiscales y servidores judiciales, amplificados sin excusa en el territorio nacional. Estos disponen arbitrariamente de acuerdo a su chirez o estado de ánimo; son los que mandan. No estamos hablando de la corrupción habitual que veían nuestros padres o abuelos, sino de cleptocracia, es decir conductas criminales enteramente colectivas, sistemáticas, estratégicas y consecutivas; sistema donde un actor político apadrina jueces, fiscales, entre otros servidores judiciales y se organizan deliberadamente para enriquecerse, negociando prisiones preventivas, suspensiones condicionales de penas, abstenciones fiscales, sobreseimientos y demás aberraciones. Para los cleptócratas judiciales y políticos el bien común y las necesidades de la población son objetivos secundarios y solo merecen atención cuando están al servicio del que más oferta. En fin, para engordar sus putrefactas fortunas y seguir mandando.

Ab. Jaime Véliz Ortiz