Los ciudadanos debemos entrar en razón de forma profunda al elegir a nuestros representantes ante el Legislativo, gobierno provincial o cantonal. Ahora estamos viviendo épocas donde se eligen domadores, pataclauns y trapecistas de la corrupción, dañando el futuro de nuestra descendencia. Todo ciudadano que desee inmiscuirse en el sector público debe ser analizado de forma exhaustiva, también sus cuentas, para saber el génesis de las fortunas mal habidas que muchos ostentan. Estos dan, a su vez, un pésimo ejemplo a la juventud y futuras generaciones.

Debemos escoger gente no solo capaz sino seria, comprometida, cívica, patriótica por sobre todo, ecuánime. Debemos escoger gente proba que nos otorgue un futuro prominente, que aplique el recto pensar, recto hablar y recto comportamiento; lastimosamente vemos en las redes bufones que demuestran su incapacidad intelectual e insolvencia moral y con este escalofriante comportamiento piensan que por actuar de forma ridícula y vergonzosa serán famosos gracias a convertirse en el hazmerreír´. Demos la oportunidad a personas correctas y bloqueemos aquellos bufones que solo con su terno tienen para pagar 1.000 jabas de cerveza.

¡Nunca es tarde para corregir nuestros errores!