Tras el sangriento atentado en Moscú que cobró más de ciento treinta vidas humanas, el sempiterno presidente ruso salió a condenar el atroz ataque terrorista contra la población indefensa, a la vez que prometió cobrar venganza a los perpetradores del macabro ataque.

El mundo entero se pregunta: ¿habrá reflexionado el señor Putin en estas horas tristes para los moscovitas, acerca de lo que significa causar sufrimiento a millones de ucranianos y rusos propios, mediante la criminal invasión a un país que lo único que pide es vivir en paz mediante el sistema democrático occidental?

¿Tendrá tal vez un minuto de lucidez para entender que la agresión preventiva a Ucrania, no es más que fruto de la paranoia de reconstruir el imperio estalinista, que domina su personalidad?

Es el momento de traer a la memoria el refrán, aquel que dice: “no hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti”.

Fausto Moscoso Ochoa