El presidente Daniel Noboa en sus entrevistas televisivas se ha presentado modosito y como un mandatario que combate la corrupción y es consecuente con sus pensamientos. Sin embargo, la realidad de los hechos nos hace ver lo contrario. Si tanto se llena la boca para manifestar su supuesto combate a la corrupción, ¿cómo explica a los ciudadanos el pacto vergonzoso en la Asamblea Nacional que su partido ADN realizó con los partidos RC y PSC, los cuales, según reputados editorialistas de la prensa y que comparte la mayoría de la opinión pública, son la personificación de la podredumbre moral que desde hace años se ha enquistado en la clase política? “Por sus frutos los conoceréis… El árbol malo da frutos malos”, fue la sentencia de Jesucristo y en el accionar político que desembocó en la destitución del vocal Fausto Murillo está la prueba inequívoca de la falta de moral tanto de los dirigentes, cuanto de los legisladores de estos tres partidos políticos. El daño vendrá cuando la justicia ecuatoriana en poco tiempo sea copada por la claque correísta, que solo busca la impunidad de su líder y la de sus secuaces.

“Dime con quién andas y te diré quién eres”, reza un viejo refrán. Todas las personas tendemos a juntarnos con personas de pensamientos y gustos afines. El inmoral anda y se junta con inmorales, así como el cínico anda y se junta con cínicos.

A quienes desde el hogar paterno recibimos la enseñanza de conocer y practicar los valores que gobiernan a las personas de bien, nos produce asco la actitud política de complicidad para el mal manifestada por estos tres partidos y permitida por el presidente Noboa. Así como va, él no será electo presidente de la República para el período 2025-2029.

Alejandro

Coello Romero