Cartas de lectores | Dirigentes del Deporte: pongan pasión en su labor
La pasión de ayer contrasta con la indiferencia actual: el deporte ecuatoriano clama por dirigentes con ética y compromiso
En los escenarios de Lomas de Urdesa ocho canchas reglamentarias se llenan de mucha luz durante las noches, donde niños y jóvenes de ambos sexos disfrutan a plenitud de las becas concedidas por la Federación Ecuatoriana de Tenis, con la dirección de técnicos como Miguel Olvera.
En medio de ese torbellino de ilusiones, siempre asomó un exdirigente que le puso pasión a la larga tarea de buscar sustento económico, con el cual también alimentaba la presencia permanente de nuestros mejores tenistas en los torneos internacionales por Copa Davis.
Desgraciadamente, el deporte ecuatoriano en general hoy está dirigido por individuos que parecen no tener sangre en la cara. Una prueba del enorme deterioro que vive la actividad física la pone el ministro de Deportes, quien afirmó hace pocos días tener un acercamiento con el estudio jurídico que ayuda a la reestructuración de clubes de papel, entre otras actividades.
Para quienes hemos sido parte del deporte nacional, este es un ministerio que ha irrespetado la ley del deporte, que ha vulnerado la potestad que la ley le confiere al Comité Olímpico Ecuatoriana (COE) y que ha intervenido ilegalmente a la Federación Ecuatoriana de Tenis (FENA); mal podía decirle al COE cómo realizar sus elecciones, como lo hizo abiertamente- Lo que necesita Guayaquil es que los escenarios que se construyeron para el Quinto Campeonato Mundial de Natación reciban cuando menos una mano de pintura.
Luis Chiriboga Parra con la ayuda patriótica del expresidente de la República Jaime Roldós Aguilera, nos dejaron esos escenarios como recuerdo de una fiesta que asombró al mundo entero. Jamás me ha gustado ser abogado del Diablo, pero hoy que la ciudad de Olmedo y Rocafuerte ha sido declarada entre gallos y medianoche, capital deportiva americana, también nos gustaría saber quiénes la van a representar.
Un exdirigente del deporte blanco siempre estuvo trabajando por buenas obras. De no haber sido así no hubiésemos tenido la visita del presidente de la Federación Internacional de Tenis, David Haggerti.
José Emilio Ruiz Ortiz