Luego de ver los ocho episodios de Modern Love, la serie original de Amazon, me ha quedado una rara mezcla de sentimientos (todos encontrados). La antología de John Carney nos presenta ocho episodios, en esencia desconectados, con historias y protagonistas diferentes cada vez, y su único propósito es contarnos un episodio de su vida que intenta redefinir el concepto del amor. La realidad es que lo cumple a medias, con notas muy altas y algunos momentos, a mi gusto, "olvidables". 

Modern Love está basada en la columna del mismo nombre de The New York Times. Sus episodios duran aproximadamente 30 minutos por lo que el reto es conseguir un golpe en el espectador que lo lleve a interiorizar en el dilema de los personajes presentado en muy poco tiempo. Así Modern Love nos habla del amor pero especifica y nos presenta facetas de este amor que no son comunes convirtiéndose en un riesgo al “permitir” que el espectador no empatice con todas, o ninguna, de las historias. 

Mi experiencia con Modern Love fue mixta, y aunque sus episodios pueden verse sin un orden específico (cada historia es diferente), yo decidí hacerlo en el orden mostrado y mi impresión fue recibir tres episodios muy potentes y luego una retahíla de episodios que causaron diferentes sensaciones en mi: a veces indiferencia, a veces incomodidad, a veces intranquilidad. Si definimos el potencial de una serie de TV únicamente por lo que llega a producir en el espectador, entonces Modern Love es una buena serie. Sin embargo, aquello no lo es todo.

En el apartado técnico, Modern Love presume de tener un casting envidiable y de lujo: Anne Hathaway, Dev Patel, Andrew Scott, Tina Fey, Andy García y Olivia Cook por nombrar algunos. Su calidad actoral es indiscutible y en corto tiempo en pantalla logran capturar la esencia del guión en sus sonrisas, lágrimas y conflictos. La dirección, sencilla y elegante, se fija en realzar dos elementos: la historia contada y la maravillosa ciudad de Nueva York en donde todos los episodios se desarrollan. En este punto, la fotografía captura con inteligencia los ángulos de Nueva York que aportan al desarrollo de la narrativa, convirtiendo a la ciudad en un personaje más.

Entonces, ¿vale la pena Modern Love? Creo que seguramente te encontrarás íntimamente relacionado con alguna de estas historias. Quizá en algún momento de tu vida te hayas visto envuelto(a) en un enredo parecido y es justamente por eso que la serie vale la pena. Porque te asalta en la nostalgia de un amor imposible, o de sentirte marginado, o de buscar aquel maravilloso sentimiento en la persona equivocada. 

En fin, tantos matices para un mismo sentir hará valedera la búsqueda por encontrar nuestra historia reflejada en la pantalla y cuando eso suceda, entonces y solo entonces, Modern Love será la causante de aquella sonrisa con complicidad o aquella lágrima vestida de recuerdos.