Este es un año realmente difícil para los contrincantes al apartado de mejor actor principal, pero en realidad la disputa se ciñe a dos actores. Conózcalos.

AUSTIN BUTLER (Elvis Presley en ELVIS)

El estadounidense, de 32 años, es el ganador en el Festival de Cannes, un triunfo que fue recibido con una ovación que de pie le proporcionaron durante 12 minutos. También lo llevó al Globo de Oro, al Bafta y ahora va camino al Óscar. 

Su trabajo, más que una actuación, es una reencarnación, pues allí están los gestos, los manierismos y hasta la forma en que el rey del rock & roll movía sus caderas al bailar mientras cantaba. Butler ha hecho lo imposible: revivir al mito y proyectar su alma. Debe ganar… su trabajo es portentoso.

BRENDAN FRASER (Charlie en LA BALLENA)

El estadounidense (54 años) revive su carrera otrora muy exitosa. Ahora es un obeso profesor de Inglés que busca reconciliarse con su hija. Su labor está llena de inteligencia, corazón y demostración palpable de un ser humano en crisis. 

Fraser logra que el espectador sienta por él profunda compasión, pero de ninguna manera lástima. Quienes lo hayan visto en La momia quedarán sorprendidos por el cambio, pero no olvidar que es cuestión del maquillaje creado para el rol. En otro año hubiera ganado.

COLIN FARRELL (Pádraic en LOS ESPÍRITUS DE LA ISLA)

Nacido en Irlanda y de 46 años, Farrell mantiene una carrera de grandes películas ´indies´, éxitos comerciales y cintas glorificadas por la crítica.

En el filme que lo trae a la nominación es el individuo que se siente perdido ante la falta emocional de la amistad. Su rostro es un mural de expresiones y sus ojos observan en tal forma que deja bien sentado que con ellos no haría falta el diálogo. Merece el Óscar, pero tropieza con Butler o a lo mejor… ¡lo vence!

PAUL MESCAL (Calum en DESPUÉS DEL SOL)

Es irlandés, tiene 27 años y una loable carrera. Mescal dibuja aquí, un retrato lleno de sutileza del individuo que siente, en los años que siguieron al divorcio, no haber sido un buen padre. Invita a su hija Sophie a vacacionar juntos y ello se convertirá en nostálgico verano.

El actor domina su papel y -como nadie- proyecta la melancolía, el arrepentimiento y el deseo de mejorar las relaciones o reimplantar las relaciones que alguna vez tuvieron. Trabajo excelente, pero que no le dará el Óscar.

BILL NIGHY (el señor Williams en VIVIENDO)

Gloria del teatro, el cine y la televisión británica, Nighy (73) personifica en Viviendo a un arcaico funcionario que recibe un trágico diagnóstico. Entonces quiere hacer de sus últimos días algo significativo, pero se da cuenta de que no sabe cómo hacerlo. 

Con todo el aroma y el humorismo innato de las películas inglesas, Williams quiere aferrarse a la vida. Su actuación es elocuente, afable y de bromas ‘serias’, realizadas en tal forma que bien podría decirse que es el rol de su vida. El destino tiene la palabra.

• ACTORES DE REPARTO

Renglón del Óscar de análisis complejo. La mayoría actúa con meritoria perfección, pero la inclusión de Huay desnivela el catálogo. Esto se debe a que el actor de origen vietnamita brinda un trabajo que no guarda relación con sus agregados. 

La bufonada entretiene de principio a fin, pero creo sería más justificable dividir las categorías: farsa y drama, así quedaría reconocida la nominación del comediante. Por ahora, vayamos al examen.

BRENDAN GLEESON (Colm Doherty en LOS ESPIRITUS DE LA ISLA)

Muchos recordarán a este irlandés de 67 años por su intervención en las películas de Harry Potter. Ahora se convierte en fuerza del silencio, del individuo que obedece sus impulsos sin importarle sentimiento alguno. 

Las secuencias en que se confiesa, que explica los motivos de su aislamiento, justifica no solo la postulación, sino el manejo del diálogo. Los enfrentamientos con el amigo u otras personas lo convierten, por su actitud, en monolito de piedra, solo que tiene un corazón invisible. ¿Su triunfo? Un enigma.

BRIAN TYREE HENRY (James Aucoin en RESURGIR)

El actor afroamericano, de 41 años, da vida a un mecánico resuelto a ayudar a Linsey (Jennifer Lawrence, Óscar 2012 por El lado bueno de las cosas), soldado que sufre una lesión cerebral traumática durante su misión en Afganistán. 

James refleja un espíritu sensitivo y la actuación de Tyree Henry, llena de naturalidad, acentúa la química existente con la actriz. Lawrence y Brian se complementan a la perfección y hacen pensar que él solo no podría desempeñarse con tal maestría y sinceridad. Tiene gran ayuda: su arte y raza.

JUDD HIRSCH (tío Boris en LOS FABELMAN)

A sus 87 años arriba a la ceremonia por interpretar a un tío anciano y judío. Su permanencia en pantalla no tiene más de 10 minutos, pero esos momentos son galvanizantes, puro fuego. Le sirven para dejar huellas anexadas a ese tipo de personas que dan consejos no solicitados, pero cuya intromisión y rudeza sirven para dejar pensando al oyente. 

Es un fuerte contendor y se beneficia del hecho que a los votantes de la Academia no les importa el tiempo en el ecrán, les concierne su desempeño.

BARRY KEOGHAN (Dominic en LOS ESPIRITUS DE LA ISLA)

Este figurante irlandés (30 años) triunfó como Joker en el Batman del 2022 y es apreciado como uno de los grandes actores del futuro.

Él es el bobón del pueblo buscando amor o sexo, réplica exacta de ese tipo de prójimos, pero él otorga al personaje sapiencia, ternura inesperada… casi infantil. Hace del rol algo muy personal debido a su naturalidad. Valdría que gane.

KE HUY QUAN (Waymond Wang en TODO EN TODAS PARTES AL MISMO TIEMPO)

Sorprende esta nominación, al igual que la de quienes afloran por la misma cinta. Quan es un actor ahora estadounidense, pero nacido hace 51 años en el entonces Vietnam del Sur e intérprete que actuase de chiquillo en Indiana Jones y el Templo de la Perdición (1984). 

Ha vuelto con bríos y aquí interpreta a un marido que tiene tres diferentes encarnaciones, una más alocada que otra. Dudo que gane el Óscar, pero en esa noche (siempre lo digo) cualquier cosa puede suceder. Lo beneficia su origen asiático.