La crisis energética, la Consulta Popular de este domingo 21 de abril y una gélida lluvia no fueron excusa para que más de 20.000 aficionados, provenientes de distintas partes del país, disfrutaran del concierto que brindó Maná la noche del sábado. La tensión diplomática entre Ecuador y México fue un antecedente que también formó parte de este atípico contexto y, por ello, la banda no dudó en hacer un llamado para limar asperezas entre los ciudadanos de ambos países.

“A nosotros no nos van a poner de enemigos a ustedes. La política es siempre sucia. Siempre hemos sido hermanos y nos hemos amado. Aquí no hay ningún problema entre los cuates de Ecuador y México. ¡Eso es lo bonito de la música!”, exclamó Fer Olvera, vocalista de Maná.

La velada

Desde las 17:00, hora en que se abrieron las puertas del estadio Olímpico Atahualpa, ya era evidente la expectativa de la gente: los alrededores del reducto deportivo lucían abarrotados.

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El concierto, que forma parte de la gira México lindo y querido, estaba programado para las 20:30, pero el cuarteto recién salió al escenario a las 21:11. Manda una señal fue el tema que dio inicio a un show que duró casi dos horas y media.

“¡Buenas noches Quito, buenas noches Ecuador! ¡Cómo los hemos extrañado! Esta ciudad es muy significativa para nosotros”, dijo durante su saludo Fer, quien también recordó, con notable emotividad, su primera presentación en el país hace más de 30 años en el Coliseo Rumiñahui.

El grupo tocó varios de sus temas principales, como De pies a cabeza, Oye mi amor, Eres mi religión. (los más cantados por el público), Corazón espinado, Labios compartidos, Vivir sin aire, Mariposa Traicionera, Se me olvidó otra vez, entre otros más.

El medio ambiente también jugó un papel importante durante la velada. “Tenemos que presionar a nuestros gobernantes para dejar una tierra sana y limpia a las próximas generaciones, sobre todo en Ecuador, una tierra que lo tiene todo”, dijo el líder de, antes de cantar la canción ¿Dónde jugarán los niños?

A las 22:03, una intensa lluvia cayó sobre la capital. A pesar de la baja temperatura que se registraba en el estadio, la efervescencia en el ambiente no decayó.

El concierto se cerró con Rayando el sol un poco antes de las 23:30. Maná ahora deberá continuar con su gira en Panamá, El Salvador, Guatemala, España, Estados Unidos y Reino Unido.

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