La Madre: ¿Ver o no ver la película de Jennifer López?
El dramatizado de Netflix ha permanecido por varias semanas en el top mundial
¿Entretenida? Sí. ¿Recordable? No. Y es “no” porque el largometraje termina recurriendo a los viejos clichés, el de todas las películas de acción, solo que esta conserva el problema de parecerse a las películas que filma Liam Neeson. Además, el guion se aparta de la narrativa y hace notar la ausencia de creatividad que llevan los filmes perfectamente balanceados.
En cambio, la banda sonora está muy bien lograda y eso se debe a las composiciones de Maluma o a la melodía clásica de Quizás, quizás, quizás y que sobresalen en las secuencias de Cuba, aunque hayan sido filmadas en la Gran Canaria, España. Sobresalen las persecuciones en laderas cubiertas de nieve y sus árboles respectivos, la presencia de lobos, imágenes que adquieren suspenso y muestra el actuar de las lobas.
La cinematografía, deliberadamente, es turbia pero sirve para reflejar las almas criminales haciendo que la película muestre sus emociones, pero -lamentablemente- la desequilibra y menoscaba la sutileza que debió tener y con ello deja entrever que fue filmado con un bajo presupuesto.
La dirección de Nici Caro (Mulán) ejemplariza un sentido visual y estructural que de los filmes de acción preserva¸ esto hace brillar la parte física del largometraje.
La sorpresa es la sólida actuación de Jennifer López que, despojada de su erotismo usual, expone lo que afirma Peter Travers de ABC News: “Es una actriz más fuerte de lo que permiten sus críticos”. Y ello es cierto porque JLO siempre deja entrever que su talento va más allá de su sensual provocatividad, de su capacidad musical y dancística. Es que en persona (la he visto muchas veces pero jamás he podido entrevistarla) deja sin aliento a quien la mire.
El resto de los actores están perdidos en la maraña argumental: Fiennes parece haber traspapelado el talento demostrado en Shakespeare apasionado y García Bernal desdibuja los méritos logrados en sus primeros años fílmicos.
El ARGUMENTO
Una asesina profesional (Jennifer López), entrenada por el ejército estadounidense, es conocida como “la madre”, pues estando encinta batallaba contra enemigos de la paz. En su ruta debe luchar contra Adrian Lovell (Joseph Fiennes) y Héctor Álvarez (Gael García Bernal). Al dar a luz a su pequeñuela es obligada a cederla en adopción para seguridad de la entidad y la propia madre. Bautizada como Zoé (Lucy Páez en su adolescencia) y sabiendo la madre, por acuerdos previos, dónde crece la niña, viaja a observarla, justo cuando sus enemigos la raptan. La pequeñuela no tiene idea de lo que está sucediendo. William Cruise (Omari Hardwick) será el amigo que las ayude no sin antes enfrentar a Tarántula (Jesse García) y otros sicarios.
- EN CARTELERA
El despertar de las bestias
Transformers: Rise of the beasts, o conocida en español como El despertar de las bestias, llevará al público a una aventura noventera e introducirá a los Maximals, Predacons y Terrorcons a la batalla existente en la Tierra entre Autobots y Decepticons.
La película se ambienta en la Nueva York del año 1994 con la intención de contar cómo Optimus Prime, que ha estado presente en las anteriores películas de la saga, llegó a ser el líder que los fans han conocido en la gran pantalla.
El principal villano será Scourge, una máquina con grandes zarpas que roba los símbolos de sus víctimas y los fusiona en su propio cuerpo como trofeos de sus victorias.
