El arte se apoderó de Juliana Velásquez desde muy pequeña. Primero la danza, luego la música y también apareció la actuación en su vida. Sin un orden en particular, ama y respeta todas estas disciplinas. Sin embargo, resalta que cantar y estar frente a frente con el público le produce un sentimiento que no tiene comparación.

La cantautora colombiana es muy de su país, de su gente, de sus costumbres y cultura, y su proyecto musical lo refleja. Está en el proceso de abrirse camino en Latinoamérica y de conectar con gente que pueda entender y sentir su trabajo.

Esta entrevista con EXPRESIONES marca el primer paso para esta expansión. Entérese de todo lo que revela.

La entrevista

¿Qué es lo que más la inspira de la cultura colombiana para crear sus canciones?

Crecí escuchando muchísima música de mi país, pero creo que lo que más resaltaría son las historias que hay por contar. Siento que Colombia tiene tantos puntos de vista para contar una sola historia, es infinito el abanico de posibilidades. También debo decir que yo empecé a acercarme a la música y al arte con una profesora de danza folclórica. Los estudié durante 10 años de mi vida y siento que eso fue otra cosa que me dejó muy marcada; los ritmos y la cantidad de oportunidades que uno tiene para abordar una canción, ya sea de la parte del (océano) Pacífico, o de la parte andina o del Caribe.

En TikTok hay muchos videos sobre las distintas maneras de hablar de los colombianos y de contar situaciones, siempre con un toque positivo. ¿Eso también influye en su música?

Total. Por ejemplo, Narices frías, una canción de salsa con una cantidad de fusiones increíbles, cuenta una historia supremamente trágica de dos ladrones que son pareja, que van a dar un último vuelo y uno de ellos muere. En el video y en la canción lo que queríamos retratar es un poco eso, cómo en Latinoamérica en general en una esquina está un grupo de personas de fiesta y en la misma esquina está pasando algo terrible, una tragedia. Rubén Blades lo dice muy bien en una canción: “En Latinoamérica, la vida y la muerte bailan con la cerveza en la mano”. Creo que eso está muy implantado en Colombia y es que estamos acostumbrados a tener que reírnos de lo que nos pasa y de nuestras desgracias. Siempre tenemos una sonrisa a pesar de las adversidades y creo que eso está en la música. Toda la vida es otro ejemplo. Ese tema es de mi álbum anterior y es el que más canta la gente, lo baila y se lo goza en los conciertos, pero es completamente desgarrador. Es una despedida muy fuerte entre dos personas que creían que eran el amor de la vida del otro y no fue así. Siento mucho esa ambigüedad en algunas de mis canciones.

Con Mar adentro, su próximo álbum, ¿va a indagar en lo más profundo de sus sentimientos?

Mar adentro es un proyecto que tiene demasiadas ramas. Está la parte musical, pero también hay un libro que llevo escribiendo por todo un año, es una historia de amor ficcionada. Y el punto de partida es mi canción Joaquín, que saqué en mi álbum debut llamado Juliana. Joaquín es un pescador de las islas San Andrés y Providencia, mis lugares favoritos en el mundo porque tuve la posibilidad de crecer ahí. Y justamente Mar adentro cuenta la vida de este otro personaje que es Mar, la protagonista, que llega a la isla y se enamora de Joaquín. Este álbum es toda la banda sonora de esta historia, tiene seis canciones y dos tracks extras. Fueron escritas desde las entrañas y con todo el amor.

¿Cómo describiría a Mar y a Joaquín?

A Joaquín lo describiría como un hombre supremamente noble, como una persona generosa y como alguien mágico. Creo que eso es lo que pasa con Joaquín, que logra que cada cosa que toque, así sea austera y simple, se vuelva mágica. Hay gente que tiene ese don. Y a Mar la describiría como una mujer curiosa, sensible y torpe. En eso se parece mucho a Juliana (risas).

¿Tiene mucho tinte personal este álbum o es más ficción?

Yo creo que tiene un poco de todo. A pesar de que uno intente volverse un poco ajeno a las composiciones o a las historias que a uno no le pertenecen, cuando compones tú le muestras al mundo cómo ves el amor, desde qué lugar lo ves, qué tanto crees en él, qué tanto no y así. También mis gustos musicales tienen mucho que ver con la sonoridad de este álbum. Yo amo los boleros, desde que era muy chiquita escuché la música que le gustaba a mis papás. Creo que el bolero es un género musical que define demasiado a los latinoamericanos.

Ahora cuéntenos de su último sencillo, Cuando te encuentre...

Tuve la posibilidad de ir a San Andrés a componer música, pero también a pescar, a adentrarme en el mar, a entender un poco más la visión de lo que quería contar. Y Cuando te encuentre, que es mi última canción, es la primera de todas las que van a escuchar en este álbum. Es el momento en el que el personaje aún no ha encontrado ese amor, pero sueña con hacerlo y con ser encontrada también.