Julián Gil dio a conocer que el cáncer a la piel le ha regresado. “Aquí otra vez con la doctora oncológica, aquí mi cáncer anterior, tuve otra aparición”, expresa con calma y serenidad en sus redes sociales. Se sometió por este motivo a una operación.

La noticia generó la reacción de compañeros, fans y amigos del medio, que le mandaron expresiones de cariño, ánimo y energía positiva. “Gracias a todos por la buena vibra”, agradece el actor, que es parte de la telenovela 'El maleficio' que se graba en México.

“No sé qué pasa, pero estoy acá para vos. Con todo mi amor y solidaridad”, le escribe Lorena Meritano. “¡Que todo salga bien, querido amigo! Toda la buena vibra del mundo”, añade Sebastián Rulli. “Mi abrazo a la distancia y que salgas pronto de esta prueba... Has salido de muchas y eres un gran guerrero. Todos te mandamos mucha energía”, le comparte Don Francisco.

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El expresentador de 'Siéntese quien pueda' ya pasó por el quirófano en 2021, tras serle encontrada una anomalía en la piel por la parte de su pecho. A partir de ahí ha tenido presentes las precauciones y revisiones médicas, que le han permitido encontrar a tiempo esta nueva erupción.

Su doctora explica: “Apareció otro y por eso le estoy revisando cada seis meses todo el cuerpo para estar detectando, tiene un riesgo alto de que aparezca un nuevo cáncer de piel. Como hace muchos años, estuvo con mucha exposición solar y en camas de bronceado”.

Julián Gil en 'El maleficio' interpreta a Gerardo Asteres, el asesor y mano derecha del protagonista, Enrique de Martino (Fernando Colunga).

“Es un proyecto que estaba esperando desde hace mucho tiempo. Básicamente es el verdadero conocedor de las escrituras en las que está inmerso Enrique de Martino. En la historia, este es parte de un grupo de políticos y empresarios de las altas esferas, que veneran a Bael, el señor del mal. Todos los que nos dedicamos a esto siempre hemos querido estar en un proyecto como esta telenovela, me siento afortunado por haber sido escogido para un personaje tan importante”, asegura.

Julián Gil tuvo que aprender latín porque las escrituras de Bael se leen en esa lengua. “Tomé clases extremas para dar veracidad al personaje, que es un experto en el culto a Bael. Me instruí para saber más de las sectas insertadas en las esferas de poder y de vida millonaria. En el dramatizado hay una secta, con sus reglas y jerarquías; yo soy parte de la jerarquía más alta y soy el que guía a los nuevos discípulos, de alguna manera manejo los hilos de la organización”, explica.