
Iván Correa Mackliff: "Te ofrezco la comida que te hace sentir bien"
EL joven propietario de Boncibó ideó un lugar que combina los sabores de Ecuador con los de España e Italia.
Se enamoró de la cocina por su abuela materna, Silvia Yannuzzelli, quien preparaba ricos platos para la familia y transmitía su amor y alegría alrededor de la mesa, ‘la perfecta nonna’. Iván Correa Mackliff (26), propietario del restaurante Boncibó (que cuenta con dos locales, uno en el centro y otro en Urdesa) supo a los 22 años que la gastronomía era su pasión y futura fuente de ingresos.
“Estaba en Barcelona trabajando en Danone, una multinacional de lácteos y estando en clases de cocina, aprovechando mi tiempo libre, descubrí que esto era lo mío. Estudié un masterado en el Basque Culinary Center, de Innovación y Gestión de Restaurantes”, afirma este guayaquileño, quien laboró como cocinero de La Boscana (en las afueras de la capital catalana) y también como camarero en Dstage (Madrid). Todo lo aprendido, inclusive, sus propias recetas, logró plasmarlo en Boncibó. “El objetivo trazado con mi equipo de trabajo es sacar platos deliciosos. Entre ellos destaca el menú del día que consiste en un almuerzo rico en sabores y muy equilibrado en ingredientes”.

Para el día que Iván pactó el encuentro con EXPRESIONES, había preparado una crema de zucchini, una chuleta apanada con ensalada verde y papas rústicas. “Entendemos la identidad del guayaquileño y seguimos esa costumbre por lo que hasta dos carbohidratos hallarás en un plato”.
Alternar especialidades de la cocina mediterránea con la ecuatoriana es lo que distingue a este establecimiento en el que el sabor casero se combina con una buena presentación al cliente.
Una de sus recetas originales preferidas y con mayor demanda es el ‘cheescake manabita’, cuyo origen nace de la tarta de queso de La Viña, un restaurante típico de San Sebastián (País Vasco, España) al que se le añadió queso manaba y que dio como resultado un delicioso postre que, sin ser tan empalagoso, es la insignia de Boncibó.

Las tartaletas son igual de apetecidas por los comensales que esperaron con ansias la reapertura del lugar. De su abuela Silvia heredó no solo el gusto de cocinar, también el de comprar, escoger alimentos y tratar con proveedores. El saber cada detalle del negocio hace que Iván rote en todas las áreas, teniendo un día asignado para el servicio, la administración en la cocina y la producción. “El otro día hicimos bolones y faltaban manos, así que me metí a cortar, pelar verdes y majarlos. Si no tienes miedo a hacer de todo y te lanzas te irá bien al final del día”, afirma este emprendedor guayaco.
PARA SABER
Boncibó funciona de lunes a viernes, de 08:00 a 17:00.
El local de Urdesa está situado en Circunvalación Sur 112 (Urdesa Central), mientras que el del centro funciona en Panamá 714 y Junín.