La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin siguen negociando los acuerdos de su divorcio. No solo ella deberá pagar una pensión de más de 26.000 dólares al mes a su todavía marido por su silencio, además el exduque de Palma no está dispuesto a aceptar que le retiren los escoltas que le protegen desde hace más de dos décadas.

En esto él parece contar con un importante apoyo: el de los propios agentes encargados de esa tarea. Y es que se asegura que los responsables de la seguridad del cuñado de Felipe VI también han mostrado su rechazo al cambio, alegando que aunque se le retire la seguridad, ellos seguirán formando parte del grupo del Cuerpo Nacional de Policía destinado a Casa Real, por lo que la medida no supondrá ningún ahorro económico.

La protección de Iñaki Urdangarin cuesta a las arcas públicas más de 8.000 dólares al mes, a cuenta del Ministerio del Interior. Este presupuesto no tiene nada que ver con el destinado a la Casa Real y hasta ahora se justificaba por su posición pública y mediática. No obstante, ahora que está a punto de divorciarse de la infanta el criterio parece haber cambiado y el ministerio pretende dotarle de escoltas solo en ocasiones puntuales, algo a lo que él se niega.

El motivo por el que lucha por mantener ese privilegio radica en que es una persona muy conocida y, pese a haber sido apartado de la familia real tras su condena por el caso Nóos, siente que necesita contar con agentes que controlen a la prensa, que le hace un exhaustivo seguimiento en la calle.

La firma definitiva del divorcio entre Cristina e Iñaki está prevista para el próximo mes de abril y supondrá el punto final de esta relación. Ainhoa Armentia, la pareja de Iñaki Urdangarin, ya es una mujer divorciada. La analista contable ha firmado el divorcio con Manuel Ruiz, padre de sus dos hijos, con el que contrajo matrimonio en mayo de 2003 y estuvo casada 19 años.

La prensa española afirma que la infanta Cristina tendrá que pagarle al padre de sus hijos una cantidad mensual de más de 26.000 dólares, una indemnización de más de dos millones de dólares y poner a su nombre varios inmuebles, como el que el matrimonio tiene en la localidad francesa de Bidart. 

El rey Juan Carlos así se lo ha recomendado a su hija. De esta manera, Iñaki no tendría que trabajar el resto de su vida. Además de que guardará silencio. Ha recibido propuestas para contar su vida en libros.