Aún no hay una cifra exacta, pero se calcula que más de 2000 personas no ingresaron al concierto de Bad Bunny por diferentes razones y se aglomeraron en los alrededores del Estadio Olímpico Atahualpa, al norte de Quito, escenario para el mega concierto del artista internacional.

Estas personas, que en su mayoría fueron jóvenes, se concentraron tras el primer filtro que se ubicó en la avenida Naciones Unidas y 6 de diciembre que direccionan al estadio.

Allí miembros de la fuerza del orden hicieron barricadas para impedir que en el inicio del concierto se lancen hacia el campo deportivo. El Fuerte contingente desplazado logró su cometido y no existieron desmanes por parte de los asistentes que disfrutaron del concierto desde el exterior y a su propio estilo. “¡Puertazo, puertazo!” gritaron varios con el afán de brincarse la seguridad pero no fue posible.

Una fiesta en la calle. A pocos metros del estadio un grupo de fanáticos protagonizó una fiesta en la calle, a un costado del Parque La Carolina, con la ayuda de parlantes de vehículos que reproducían canciones del artista puertorriqueño bailaron y cantaron sin importar la ligera lluvia y la baja que temperatura que se registró durante el concierto.

El espectáculo finalizó pasadas las 23:30 minutos y la policía ayudó para que el desplazamiento de los asistentes se desarrolle sin mayor novedades, con lo que a la par finalizaron los festejos en la calle