Generalmente se cree que la muerte de nuestros seres queridos, ya sean padres, hermanos o amistades, son los únicos duelos que atravesamos durante nuestras vidas.

La tanatología indica que duelo es el proceso psicológico al que nos enfrentamos tras las pérdidas. Y estas pérdidas pueden ser muy diversas, entre ellas: divorcio, jubilación, cambios de ciudad, domicilio o de la situación financiera, la muerte de una mascota y enfermedades, como un cáncer o la amputación de una pierna.

La princesa de Gales, Kate Middleton (42), vive la pérdida de su salud, es decir atraviesa un duelo desde que recibió la noticia de que padece cáncer (no se ha revelado el tipo). El 16 de enero del 2024 fue sometida a una cirugía abdominal mayor en el London Clinic, un centro hospitalario privado situado en el exclusivo barrio de Marylebone.

Durante sus declaraciones (el viernes 22 de marzo) a través de un video (tras muchas especulaciones sobre lo que le ocurría) expresó: “Fue un gran shock. Guillermo y yo hemos estado haciendo todo lo posible para procesar y gestionar esto de forma privada por el bien de nuestra joven familia. Como pueden imaginar, esto ha llevado tiempo. Me tomó tiempo recuperarme de una cirugía importante para poder comenzar mi tratamiento. Pero, lo más importante, nos tomó tiempo explicárselo a nuestros hijos George (10), Charlotte (8) y Louis (5) de una manera apropiada para ellos, y para darles la tranquilidad de que voy a estar bien”.

Según la psiquiatra, escritora y tanatóloga suizo-estadounidense Elisabeth Kübler-Ross, cuando ocurre algún tipo de pérdida (en este caso de salud) se transita por cinco fases: negación, ira, negociación/pacto, depresión y aceptación. Sin embargo, no todos experimentan todas las fases, y no todos las experimentan en el mismo orden.

“Fue un gran shock”, dijo Kate la primera vez que habló del tema. Aunque sea una royal es una mujer como cualquier otra, está procesando un diagnóstico que le tomará tiempo asimilar, sobre todo porque es joven, madre de niños pequeños, no se le había conocido hasta ahora enfermedades y ha mantenido una estricta dieta y una rutina de ejercicios para gozar de buena salud.

Además existe un duelo por la manera en la que cambiará su vida. Y este la enfrenta a una realidad por la que todos los seres humanos pasaremos tarde o temprano: la muerte.

A ello hay que añadir otro diagnóstico también de cáncer, el de su suegro, Carlos III (75), quien pasó por el quirófano por un agrandamiento de próstata (26 de enero). En febrero anunció al pueblo británico y al mundo que padecía de esa dolencia, sin determinar el tipo. La mala noticia llegó cuando no tiene ni dos años de que fue proclamado rey de Inglaterra, tras el fallecimiento de su madre, Isabel II.

(Te invitamos a leer: El rey Carlos III diagnosticado con “una forma de cáncer”)

Este es otro duelo que vive Kate, porque con el padre de su esposo, Guillermo, siempre ha mantenido una relación cercana y cálida. Ella siente un gran amor y respeto por él y la posición que ocupa. Cuando estaban juntos en el hospital, solían caminar por los pasillos para compartir tiempo juntos. Carlos la ha estado alentando en todo momento.

Para la doctora Kübler-Ross, el proceso de duelo por pérdida de la salud es normal. Kate lo vive. Además, estar acosada 24/7 por la opinión pública es una carga muy pesada, y el que una información maliciosa dañe a sus hijos, que no están en capacidad de entender la enfermedad de su madre y abuelo, le genera más estrés.

Y la sombra de otra mujer en su matrimonio, Rose Hanbury, la pone más vulnerable. Si llegara a divorciarse se enfrentaría a otro duelo.

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