Han pasado siete décadas desde la visita del Ernesto Guevara a Guayaquil. Fueron dos meses en que, antes de ser el Che, el hombre que se convertiría en una de las figuras más recordadas del siglo XX empezaba a dejar una estela de misterio tras su paso a la beligerancia y a los mitos de leyenda. Un fantasma que dejó preguntas en la historia, además de un busto y otros recuerdos. Un enigma que solo podría conjurarse con una novela en forma de medusa, que no dejara de extenderse, a decir del escritor Ernesto Carrión.

En ‘Triángulo Fúser’ (Seix Barral, 2023), el autor reúne los ya publicados ‘Tríptico de una ciudad’ y ‘Ciudad pretexto’ con una trama en la que los atraviesa y cierra con un tercer libro, ‘Ciudad de fondo’. Mariano Torres es el personaje que persigue obsesivamente escribir un guion cinematográfico con Guevara como protagonista, que llene los vacíos de su paso por Guayaquil. Es una suerte de alter ego del autor que se apasiona por saber qué hay detrás de poemas, cartas desaparecidas, fotografías.

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“El modo en que el cuerpo de Ernesto Che Guevara fue hallado, en 1967, fusilado en la selva (...) fue una imagen tan trágica de mirar que él no podía dejar de pensar en que debía consignarle otra forma a todo eso”, narra al inicio del tercer libro. También un busto real del Che, que no representa al joven de 25 años que pasó por Guayaquil, es un disparador de la ficción. Torres mira un plano, de 1749, de esa ciudad y quiere trazar sus contornos de medusa.

Otros de los hitos de Guevara son sus diarios, contrastados con el mismo rigor de otros libros sobre su vida. Su poesía, el cuento ‘El cachorro asesinado’, la frase “en esta ciudad los poetas son una industria” y su cercanía a poetas y actores de teatro en Guayaquil. “El modo en que el cuerpo de David Ledesma fue hallado, en 1961, en la casa de sus padres en el barrio Centenario (...) fue una manera tan dramática de irse que él no podría dejar de pensar en lo mucho que su vida debía haberle dolido”, se narra en la segunda parte del tercer libro.

“Es clara su vinculación con la poesía. En Bolivia, el Che educaba con poemas”, dice Carrión desde su biblioteca en Guayaquil. “David Ledesma muere profundamente decepcionado y el Che también murió así”, sostiene. La razón de ese desencanto está en la novela.

La foto que provocó todo

Entre los libros que Ernesto Carrión ha investigado (de autores como Jon Lee Anderson, Paco Ignacio Taibo II, Carlos Ferrer, Oscar Valdovinos, Ricardo Rojo) destaca, por sus aparentes certezas sobre Guayaquil, ‘El Che: 43 días inolvidables en Guayaquil’, de José Guerra Castillo, quien al igual que el argentino había grabado poemas, en Colombia, para la radio.

De ese libro -Carrión obtuvo su ejemplar al intercambiarlo con el historiador Carlos Calderón Chico, por un poemario- se rescata la fotografía cortada de Guevara en una panga sobre el río Guayas, que en 1997 Guerra le entregó a Aleida Guevara (hija), en una reproducción ampliada. Atribuida a Miguel Rogelio Jordán, la imagen detonó en la “novela medusaria” que es ‘Triángulo Fúser - La despechada, poética y fantasmagórica vida de Ernesto antes del Che’.

“Guayaquil tiene que pensar en ubicar bien su memoria”, concluye el autor, “una ciudad que se desvanece, que no prioriza sus contenidos culturales tiene algo urgente para mí: recuperar la Casa de Medardo Ángel Silva, hacerle un busto a David Ledesma. Ojalá que libros como estos ayuden a la gente a pensar en lo importante que es la memoria”.

Ernesto Carrión, escritor

Título: Triángulo Fúser

Género: Novela

Editorial: Seix Barral

Biografía del autor. Es poeta, novelista y guionista. La idea detrás de la trilogía se la comentó a su padre, Guillermo Carrión González asesinado en diciembre de 2014, a quien le ha dedicado esa obra y, de forma entrañable, el poemario ‘Revoluciones cubanas en Marte’ y la novela ‘Un hombre futuro’.

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