Hay experiencias para las que no existen palabras o descripciones posibles. Hay experiencias para las que simplemente no deberían tener que existir palabras. Pero la maldad humana es infinita, como muestran a diario los noticieros en este y otros países.

En el caso de ‘Mira a esa chica’, la escritora Cristina Araujo da palabras a una experiencia desgarradora y criminal: un ataque en grupo a una joven en un portal.

Para la escritora, cuya ópera prima obtuvo el prestigioso Premio Tusquets, todo empezó en 2016 con el surgimiento del horrendo caso de La Manada en Pamplona, España.

“Todo el país hablaba de lo mismo”, recordó. También cayeron en sus manos otros casos de violaciones que la impactaron, especialmente uno que narraba qué ocurría después del hecho: los protocolos médicos, las terapias psicológicas, etc.

La nota la impactó tanto que empezó a indagar en el proceso posterior a un crimen tan atroz. “Te tienen que hacer muchos análisis que duran meses, hay que descartar el sida a los tres meses, a los seis, al año, hasta descartarlo por completo. Luego tienes que estar con antibióticos. Es lo que no sale en la tele, porque hoy es una violación y mañana una guerra, pero para las personas que viven esta tragedia es un camino muy largo”, comentó.

Además de este oscuro aspecto del proceso, Araujo ahondó también en la condena social, en ese status quo que se teme romper y en el facilismo con el que se culpa siempre a la víctima y se defiende a ciegas al victimario.

“Con el caso de La Manada se dio mucho bombo a que ella había coqueteado con ellos, mientras que ella siempre lo negó y, de hecho, en la sentencia no aparece nada de ningún coqueteo. Y yo ahí pensaba, es que incluso aunque hubiese pasado, ¿por qué se le da tanto bombo? ¿Qué pasa: si coqueteas luego te pueden violar?”, reflexionó.

Ficha de la obra 

• Título: Mira a esa chica
• Género: Novela
• Editorial: Tusquets

La respuesta a esa pregunta, en una sociedad coherente, sería un no rotundo, pero el sentido común no se debe dar por sentado ni en nuestra realidad actual ni en la dramática ficción de Araujo, en la que la protagonista es sometida al bullying, a la duda y a la revictimización social hasta por sus propios familiares.

La escritora señaló que justamente para reflejar la realidad a la que se enfrentan las víctimas, construyó una protagonista que no es una santa, ni una princesa llena de virtudes, sino una adolescente normal, con inseguridades con respecto a su físico, y que en respuesta a ellas es muy coqueta con los chicos y muy fría con sus compañeras de clase.

“Si fuera la modosita, la que todos quieren y le pasa algo así, todo el mundo se iba a poner de su lado. En este caso, es la gordita, la coqueta del instituto, y a veces puede ser desagradable, en respuesta a cómo la tratan. Esto es lo que suscita la duda sobre si había sido una violación o no”, explicó.

Además de la víctima, es destacable el esfuerzo que ha hecho Araujo por retratar a los violadores, cuatro chicos guapos que nunca se sienten culpables, a los que ni sus amigos ni novias ven como culpables. Para ello, la escritora indagó en sumarios de La Manada.

“He cambiado las conversaciones, pero existen. Están en el juicio. Algunas transcripciones están reescritas, pero dos o tres están tal cual porque me parecieron horribles y muy bestias”.

Añadió que no busca que el lector empatice con ellos, sino que se sorprenda del asombro que a su vez sienten los cuatro de ser acusados por algo que a todas luces es un delito.

BIOGRAFÍA DEL AUTOR. Nació en 1980. Estudió una licenciatura en Filología Inglesa por la Universidad Complutense de Madrid. Trabaja en un estudio de doblaje revisando traducciones de documentales para los canales National Geographic, BBC y Telemadrid.