Se sabía que Sergio Rossi, considerado toda institución en el mundo del calzado, contagiado con el COVID-19 y que su salud se deterioraba drásticamente. Hasta que, finalmente, falleció el miércoles 1 de abril, según anunció su hijo, Gianvito, quien actualmente está a cargo de la firma familiar.

El patriarca, nacido en 1935, en San Mauro Pascoli, un pueblo de la región en la que murió,  en 1968 creó la marca que lleva su nombre y que se convirtió en símbolo de calidad y artesanía de alto nivel en el calzado italiano.

Su fama fue creciendo. En los años 80 se vinculó con Dolce & Gabbana y Versace, lo que significó el inicio de una relación estrecha con l mundo de la moda y la oportunidad de participar en eventos de la envergadura de la Semana de la Moda de Milán. Al tiempo, comenzó a abrir boutiques en todo el mundo.

La empresa fue comprada por el grupo Gucci, paso previo a que, luego, ambas pasaran a formar parte del grupo francés Kering, de François Pinault, el millonario casado con la actriz mexicana Salma Hayek. Pero en diciembre de 2015, la firma Sergio Rossi volvió a ser italiana al ser comprada por el fondo Investindustrial de Andrea Bonomi.

Sus acertados diseños dieron pie para que muchas otras firmas buscaran su colaboración  para calzar las creaciones que mostraban en la pasarela.

Hoy en día, los zapatos de Sergio Rossi son considerados objetos de culto por su combinación perfecta de belleza y calidad. Lamentablemente, su mentor no pudo sobrevivir a la pandemia. Aunque su espíritu solidario se puso de manifiesto cuando la firma donó más de cien mil dólares al hospital Sacco de Milán, para colaborar en algo con la lucha contra el coronavirus.