Las redes sociales tienen espacio para todos, de eso no hay duda. Desde emprendedores que promocionan su comida hasta gente que quiere mostrar su talento en algún arte.

Ana Carolina Cárdenas (32) también encontró su espacio. Desde muy pequeña, esta cuencana tuvo una pasión muy poco común entre los chicos de su edad: el orden. Ahora, convertida en abogada, se ha volcado a las redes sociales para aconsejar cómo mantener arreglado cualquier espacio. Ella, más que nadie, sabe el estrés que puede provocar un ambiente en el que prime el caos.

En su Instagram, 15 mil seguidores se identifican con su propuesta. Allí sus tips abanderan su perfil en el que prima la imagen de una mujer real con un amor propio directamente relacionado con los buenos hábitos.

De ahí a que las tiendas departamentales buscaran su asesoría fue solo un paso. Luego llegó la propuesta de tener un segmento de Unisión, canal de Cuenca.

“Estar frente a la pantalla, al principio fue súper difícil. Claro que como abogada sé desenvolverme, pero son áreas completamente diferentes”, explica.

El confinamiento le abrió los ojos

Fue durante la pandemia, cuando su bebé estaba recién nacido, que todo dio un giro. Sin poder ejercer su profesión, volvió a conectarse con lo que desde que era una niña le había apasionado.

“Sabía que iba a ser difícil”. Y lo fue, sobre todo porque la capital azuaya, donde vive, es un mercado complicado. Pero como ella dice, “el que pega en Cuenca pega en cualquier lado”.

Su éxito ha venido de la mano de sus seguidores en redes sociales y de la gente que la busca, que son “quienes ya quieren evolucionar y dejar atrás el caos que les ha traído problemas en su vida”.

El clóset en cinco claves

Dicen que no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia. Esa misma premisa puede aplicarse al tema del orden. Por eso, el primer paso está en encontrar el equilibrio inicial que permita cambiar los hábitos. Empezar por el clóset (que suele ser un caos completo) resulta un buen ejercicio. Aquí los consejos:

• Depuración. Todo lo que no sirve debe salir. Entre eso, la ropa que va a usar ‘algún día’.

• Desapego. Las emociones no tienen cabida a la hora de ordenar. Suelte y no se aferre, que para los recuerdos está la mente.

• Armonía visual. Utilice armadores del mismo estilo y color. Además, colóquelos de la misma manera.

• Organización. Divida su ropa por categorías: pantalones, camisas, uniformes… Pero, además, que cada rango también esté organizado por color, forma, etc. Las que más usa deben quedar a la vista.

• Optimización de espacio. Los contenedores en los cajones son muy útiles, pues ayudan a optimizar el espacio y permiten guardar mayor cantidad de piezas.

¿Qué hay detrás del caos?

• “El desorden se relaciona con alguien que no puede organizar su vida ni priorizar su salud emocional o mental”.

• “El consumismo está del desorden. Además, la gente se aferra a las cosas. Y eso hace que la energía quede estancada ahí y que no se sienta un espacio armónico”.

• “Conseguido el orden, las personas se sienten más plenas. Se dan cuenta de que se puede vivir con menos y ser feliz, y entienden que organizar no es un lujo sino una necesidad y un buen hábito”.