Los callejones que rodean a la Unidad Educativa Provincia de Bolívar, ubicada en el área comunal de la avenida Antonio Parra Velasco, en la 2da peatonal 4A NE, en Sauces 5, presentan una serie de quejas. Tienen grafitis y obscenidades escritas en sus paredes, además de agua estancada y maloliente que sale de las alcantarillas, lo que ha incrementado la presencia de roedores. .

Romina Loor, quien habita en este vecindario, advierte que esta zona no es la única afectada por la situación, sino que todas; por lo que hace un llamado a que Interagua confirme qué está pasando y cuál es el origen de la fetidez con la que conviven ya casi un año. 

“Si ustedes recorren nuestros callejones, notarán que apenas son unos cuantos los que permanecen pulcros. El resto tiene lodo, agua empozada o sirven de refugio para consumir drogas. Yo evito, realmente evito pasar por ellos aunque me acortan el camino, porque son un riesgo a la salud y a todo.... Son pasadizos inseguros”, reconoció Carla Espinoza; quien el fin de semana intentaba caminar sobre los cartones que los vecinos en el suelo habían colocado para evitar hundir el zapato en las aguas negras acumuladas junto al centro educativo.

Noemí Valenzuela, quien atravesó el callejó dando una especie de brincos, exigió al Municipio a revisar el estado en el que se encuentran las áreas comunes que colindan con los colegios, hospitales y parques de la ciudad.

“Esos espacios, por ser familiares, deberían estar íntegros. Pero si uno se descuida, la gente los utiliza hasta como baño público. En la avenida Antonio Parra son muchas las escuelas levantadas. Lo ideal es que fuera del aula, en las cercanías de los colegios exista salubridad, seguridad de todo tipo; y en Guayaquil eso no pasa. En la Alborada, por ejemplo, las alcantarillas siempre huelen mal. Ya es todo el sistema que está colapsado”, señaló.  

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