Cables y adoquines desparramados, huecos y la base oronda de un poste que obstaculiza el tránsito de peatones o alguien que vaya en silla de ruedas. Esos son los elementos que dejó la regeneración urbana de un tramo de una acera de la avenida del Periodista, en la ciudadela Kennedy, en el norte de Guayaquil.

Aunque estas escenas reflejan peligro, no hay ninguna señal de advertencia o la figura de obreros en el trecho, que va del parque Clemente Yerovi hasta el intercambiador de tráfico de la Plaza Dañín con la Francisco de Orellana.

Son cuatro manzanas que comprende este proyecto, cuyo contrato es COTO-GSXXI-006-2021 y costó $ 608.104,35, celebrado por la Fundación Siglo XXI con el arquitecto Jhonny Ronald Vera Bravo, contratista.

EXPRESO comprobó el fastidio que tiene la ciudadanía, que califica los daños como torpeza o mala fe, por sortear los agujeros; pero lo que más les irrita es observar un par de letreros (por supuesto con la imagen de la alcaldesa Cynthia Viteri) que rezan que la obra arrancó el 16 de agosto del 2021, con un plazo de 270 días (nueve meses). Es decir, el proyecto debió estar terminado a fines de mayo, pero es evidente la demora y los errores por corregir.

¿Por qué el retraso? ¿Por qué dejar en ese estado un trabajo de regeneración urbana? ¿Dónde está la fiscalización? Son parte del abanico de preguntas que rondan por la cabeza de quienes pasan por allí a diario, no solo peatones, sino también usuarios, clientes y hasta pacientes, pues en ese sector se levantan locales comerciales, una clínica, plaza y centro comercial.

Este Diario se contactó con el contratista, quien reconoció la demora porque, según él, “hubo que planificar el trazado de la tubería que va en la calzada y la ATM no quería deshabilitar dos carriles porque estaba una línea principal de CNT”.

Al cuestionarlo sobre el desorden que presenta la acera, dijo que es el estado “normal” de toda obra de regeneración. “Los contratistas que entramos a trabajar hacemos primero la bajada de cables, pero después tiene que ir la CNEL”, agregó el arquitecto, quien prometió este miércoles mandar personal para tapar los huecos y jueves 21 de julio a reponer los adoquines.

Sobre este tema, también se buscó la reacción de la Fundación Siglo XXI, para conocer si prevé una sanción o si ya actuó con alguna fiscalización, pero hasta el cierre de esta edición no hubo contestación.

Acerca de la presencia de trabajadores en el lugar, los moradores concuerdan en que se ‘esfumaron’ hace aproximadamente un mes. Y critican que este tipo de obras no concluyan en el tiempo previsto y reflejen perjuicios que atentan directamente contra la ciudad.

Como por ejemplo Luisa Cedeño, moradora de la Vieja Kennedy, quien aplaude que se haya intervenido esta zona, donde era evidente que colgaban los ‘tallarines’ formados por cables de todo tipo, o la existencia de desniveles en la acera; pero ahora espera que los daños sean reparados para evitar algún accidente.

“No es justo que dejen en este mal estado las obras de regeneración. ¿Qué pasa si alguien se cae en esos huecos? ¿Sobre quién recae la culpa? Allí veo que dejaron todo botado, hay postes mal colocados que traban al peatón, y no se ajustan a los tiempos”, reclamó la ciudadana.

Con ella coincide Johanna Silvestre, otra residente, quien cada vez que camina por el sitio de la mano con una menor de edad no quita su mirada de la acera, para no caer. Y lamenta que se haya paralizado este proyecto sin que se actúe con agilidad.

En un punto de las cuatro manzanas, en la intersección de la Alfredo Sáenz, se observan tres tipos de obstáculos: cables y adoquines levantados, huecos y cañas con metales. Por ello, nuevamente llueven los cuestionamientos de los ciudadanos que esperan buses o salen del parque.

A lo largo de la acera, asimismo, lucen especies arbóreas que se han sembrado, pero una está torcida, mientras que en otros huecos ya se acumulan desperdicios y maleza.