Las autoridades aún no se pronuncian ni dan detalles de lo que pasó o se presume que pasó con seis unidades del transporte público urbano de Guayaquil que se quemaron.

Lo que se sabe es que los bomberos de Guayaquil, como lo publicaron en sus redes oficiales, sofocaron un incendio en un parqueadero de vehículos en la zona industrial de la vía a Daule, cerca del kilómetro 16, donde se reportó la emergencia que ha causado alarma entre la ciudadanía.

"Cuatro buses se contaminaron y uno más resultó afectado en la pintura de su carrocería. En esta emergencia no se registraron personas heridas", ha asegurado este 16 de agosto los Bomberos a través de Twitter.

Las unidades, según detalla la misma ciudadanía, pertenecerían a la cooperativa Bastión Popular Línea 83.

Una falla eléctrica habría sido la causa del incendio, según el mayor Christian Castro Navarrete, jefe subrogante del distrito Pascuales. 

Frente a esta situación, la ciudadanía ha dicho sentir temor por transportarse en un bus. Por no ser la primera vez que un colectivo de la ciudad resulta afectado, la comunidad teme que lo ahora sucedido responde a una amenaza u atentado por parte de las bandas criminales que extorsionan a los conductores.

El pasado 14 de agosto, un bus de transporte urbano se incendió mientras realizaba su recorrido. La novedad se reportó en Tungurahua y Calicuchima, en el suroeste de Guayaquil. El incendio del vehículo, de la línea 137, habría iniciado dos cuadras antes del sitio previamente indicado. Según el relato de un familiar del propietario, una explosión en la parta baja de la unidad lo alertó.

El pasado 25 de julio, en cambio, un bus con pasajeros a bordo (línea 6) fue quemado en el viaducto de la Prosperina, en el noroeste de Guayaquil. Según los vecinos del sector, como lo publicó EXPRESO, alrededor de las 16:00 de ese día el bus fue interceptado por antisociales que obligaron a bajar a los pasajeros antes de quemar el vehículo.

Que "el problema no es con ustedes sino con el dueño del bus" fueron las palabras de los delincuentes, aseguraron testigos, que presumieron que se trataría de otro caso de extorsión.

Esta vez, la ciudadanía exige saber qué está pasando y qué medidas se tomarán para evitar más hecho de este tipo. "Nos están dejando sin opciones para movilizarnos. ¿Qué quieren que hagamos? Nos urge saber si esta es otra amenaza. No quiero morir quemada al interior de un bus, que es lo que siento que puede pasar", señaló Fabiola Mendoza, guayaquileña.