El educador Hugo Rodríguez, residente del barrio 11 de Enero, en Santa Elena, está desesperado por el colapso de una alcantarilla. Desde hace una semana que se reportó un aguacero, permanece en ese estado y el agua putrefacta va a parar hacia una especie de riachuelo que recorre otros 5 barrio.

Los olores nauseabundos se han vuelto insoportables, al igual que la presencia de vectores e insectos que ingresan sin filtro a las viviendas.

Los habitantes han exigido una solución al Municipio y a la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado ‘Aguapen’, sin suerte. Rodríguez señaló que los técnicos de ambos entes han acudido apenas a inspeccionar el lugar, realizaron una limpieza, pero el rebose continúa.

“Aducen que aquí descargan las aguas residuales de gran parte de la ciudad, y como la población ha crecido, esto se complicó. El año pasado ocurrió lo mismo. No sabemos a quién acudir”, señaló el educador.

Carlos López, técnico de Aguapen dijo a EXPRESO que la solución está en la construcción de un bypass para desviar las aguas residuales hacia otro colector y de esta manera reducir las descargas en el sitio.

Para ejecutar la obra se espera la asignación de recursos y que disminuyan las lluvias, pero a la ciudadanía la respuesta no convence. “Estamos sentenciados a la fetidez. Con el cambio de autoridades, nadie priorizará el tema. Estamos condenados a vivir mal”, aseguró Bruno López, residente.

Los moradores no aguantan más el problema y amenazan con tomar medidas más radicales. “Están esperando que todos nos enfermemos, si no solucionan esto ya habrá una epidemia. Somos seres humanos y merecemos vivir mejor, para eso pagamos  impuestos”, expresó indignado el morador Jorge Alvia.