El asesinato de Jaime Rendón, conocido por sus amigos como Matatán, quedó registrado en una cámara de videovigilancia de una vivienda aledaña al lugar del crimen, en el cantón La Libertad, provincia de Santa Elena. En la grabación de 20 segundos se observa a la víctima en una esquina comiendo encebollado junto a un grupo de personas.

En ese momento llegan en una moto blanca dos jóvenes vestidos de negro, ambos son de contextura delgada. El individuo que viajaba en la parte de atrás es quien realiza los disparos contra Rendón. Las personas que estaban junto a Matatán, huyen para evitar los balazos; el asesino se baja y le da un último tiro. Luego, huyen del sitio.

El video es analizado por los peritos de la Policía para dar con los criminales.

Los investigadores establecieron que esta nueva muerte estilo sicariato es una más de las que se vienen dando en esta provincia debido a una pelea entre bandas por territorio de droga. “Es otra muerte selectiva; se ha recolectado la mayor cantidad de pruebas. Hemos dispuesto el incremento de los operativos en las vías. Vamos a encontrar a los criminales”, aseveró el coronel José Vargas Alzamora, jefe del Comando Provincial de la Policía en la península.

Pero mientras los uniformados buscan intensamente a los asesinos, la ciudadanía estima que la situación de inseguridad presentada este año en esta provincia ya se le fue de las manos a las autoridades. De acuerdo con los registros, de marzo a septiembre ya suman 23 crímenes en modalidad sicariato, cuando antes el promedio por año era de 5 muertes por asesinato.

Ni el incremento de 30 agentes al trabajo de seguridad la semana pasada, ni los grupos de élite que cumplen las labores de inteligencia han podido frenar las muertes en la península. “Se han incrementado las muertes por asesinato en más de un doscientos por ciento, es hora de que las autoridades locales pidan que Santa Elena sea declarada en emergencia”, indicó Carlos Orbe, experto en seguridad.

“Se ha incrementado las muertes por asesinato en más de un 200%, es hora de que las autoridades locales pidan que Santa Elena sea declarada en emergencia, por ser una provincia turística y ante el incremento de hechos delictivos existen las condiciones para hacerlo. Así se tendrá la presencia del ejército en las calles las 24 horas del día y junto a la policía podrán realizar un trabajo coordinado”, explicó Carlos Orbe, coronel retirado de la policía quien habita en Salinas y es experto en temas de seguridad.

El criterio de Orbe es compartido con muchos ciudadanos peninsulares que sienten nerviosismo al salir a las calles. “Dicen que es un ajuste de cuentas entre vendedores de droga, pero en las balaceras en cualquier momento muere gente inocente. Ya han ocurrido esos casos. Hasta cuándo vamos a esperar acciones radicales para frenar esto. Santa Elena ha perdido su paz  y no tiene las herramientas necesarias para combatir el problema”, expresó Iván Tamayo de miembro de las Organizaciones Sociales y Cívicas de la Península.

Solo la semana pasada, EXPRESO publicó la situación que se viven en la provincia tras la falta de un carro de Medicina Legal, desde 2019. Según el relato de los testigos y familiares de las víctimas, estas son movilizadas hacia la morgue, con suerte, en los baldes de los patrulleros.

Ayer el Gobernador de la provincia de Santa Elena, Fulton Anchundia, se reunió con la cúpula policial de la Península. La cita se produjo en el comando provincial en donde se analizó la grave situación que atraviesa esta jurisdicción por la inseguridad. Hasta el cierre de la edición, las autoridades mantenían las conversaciones y no hubo pronunciamiento al respecto