“Así debe ser siempre, que no solo sea novelería por lo que pasó en carnaval”. “Muy bien para evitar el desorden que siempre ocurre aquí”, fueron -entre otras- las expresiones de los turistas que la noche del pasado viernes 24 de febrero transitaron por el malecón de Salinas, en la provincia de Santa Elena, y se encontraron con un intenso operativo de control desplegado a lo largo y ancho del sitio.

Medio centenar de uniformados entre policías y vigilantes de tránsito participaron de la acción. El objetivo principal fue garantizar la seguridad de los visitantes y residentes durante los fines de semana y hasta el cierre de la temporada alta de playa.

Así se dio inicio al cumplimiento de disposiciones para mejorar la imagen del balneario, después de los hechos ocurridos en el último feriado y que ha puesto en apuro a las autoridades locales por la falta de un plan efectivo de seguridad en la zona peninsular.

“Estamos cerrando el triste capítulo de carnaval que manchó a Salinas y toda la provincia. Se ha pedido refuerzos de uniformados a la ciudad de Guayaquil para poder efectuar controles efectivos de seguridad. Recuperaremos la imagen de paz que antes teníamos”, aseveró el gobernador José Álava Jiménez, quien lideró las acciones.

Los agentes retiraron películas antisolares de los vehículos que no tenían autorización. Se controló la legitimidad de las placas, a varios conductores se les hizo la prueba de alcoholemia y no se permitió el parqueo de los carros tuning y con música a gran volumen.

A las personas que se agruparon en las veredas se les prohibió ingerir bebidas alcohólicas, lo que molestó a algunos visitantes. “Es una sola cerveza por el calor. Aquí no estamos haciendo escándalo. No pueden ser tan radicales, sancionen a los que causaron el alboroto”, reclamó el ambateño Luis Freire.